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Sociedad | 10/06/2024   15:20

Las comideras se dan modos de no perder clientes ante el incremento del arroz, tomate y cebolla

Vendedoras de comedores populares señalan que sus ganancias se han reducido debido al aumento de estos ingredientes que son muy utilizados en la cocina. Ante esto, no suben sus precios, pero dan porciones más pequeñas o reemplazan algunos ingredientes

Foto: Mercado Uruguay

Brújula Digital|07|06|24|

Alissya Guerrero

“El almuerzo a 10 pesitos está, para mantener el cliente estamos trabajando”, afirma Arminda, quien ofrece comida en el mercado Rodríguez y se da modos para no subir sus precios, pese al incremento del tomate, la cebolla, el arroz y otros productos.

“Ya no hay ganancia. Siempre con llajuita quieren, sin llajuita no quieren comer”, afirmó la casera quien así se refiere al problema del incremento del tomate, uno de los ingredientes fundamentales para el tradicional picante.

En los alrededores de la plaza Garita de Lima, el precio de la libra de tomate fluctúa entre cinco y seis bolivianos, pero antes estaba en 2,50. El Gobierno prevé que comenzará a bajar en un par de semanas, luego que los agricultores cosechen el fruto cuya producción se retrasó por las bajas temperaturas. 

En los mercados de la ciudad, el precio del arroz aumentó entre 60 y 100 bolivianos por quintal y el valor de la cebolla se duplicó. 

Vendedoras de comedores populares señalan que sus ganancias se han reducido debido al aumento de estos ingredientes que son muy utilizados en la cocina. Ante esto, no suben sus precios, pero dan porciones más pequeñas o reemplazan algunos ingredientes.

Así lo conoció Brújula Digital que visitó los comedores populares de los mercados Rodríguez y Uruguay, donde las caseras expresaron que no pueden aumentar el precio de sus almuerzos y se dan modos para cocinar pese al incremento de los precios. 

La señora Tomasa, quien también tiene su puesto en el mercado Rodríguez, mencionó que ahora utiliza más zanahoria que otros productos. Ella vende el almuerzo a siete bolivianos y afirma que no puede aumentar el precio debido a que sus clientes no están dispuestos a pagar más que eso.

“Esos tomates aguanosos, esos compramos (para hacer llajua), pero la libra está en 4 pesos también”, añadió Tomasa.

En el caso del mercado Uruguay, el almuerzo se vende a 10 bolivianos, y algunas caseras están esperanzadas en que los precios de los productos vuelvan a la normalidad para que puedan obtener ganancias. 

“El tomate diario sale para la sarsa, las ensaladas, para la llajua, estamos disminuyendo. La cebolla no se puede disminuir”, indicó Mónica, otra de las comideras.

También solicitó al Gobierno ayuda para implementar controles que impidan el contrabando de productos.

Nieves Cortez dice que para preparar la llajua optó por ponerle menos tomate. Agrega que sus caseros le suelen decir que “está muy picante (la llajua) haces con odio”, dice entre sonrisas.

Indicó que, aunque el precio del almuerzo se mantiene en 10 bolivianos, ahora están sirviendo una menor cantidad de comida. "Digamos que antes dábamos dos cucharones, ahora damos uno y medio", explicó.

El sábado pasado el Gobierno realizó la feria “Del campo a la olla” con el fin de vender productos al precio justo.

El viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, señaló que los principales factores del incremento de precios de los productos de la canasta familiar se deben a los cambios de clima, el contrabando y la especulación.

“Hay que tener en cuenta que los precios de estos mismos productos en Perú, Brasil, Argentina duplican los precios que tenemos en el mercado, eso incentiva a que el comerciante, el intermediario, el especulador ya no deje la mercadería en los mercados locales, sino que se lo lleve a las zonas fronterizas”, indicó Silva.

BD/AGT/JA





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