La Fiscalía General del Estado consiguió tres sentencias condenatorias “ejemplares” en contra agresores sexuales de menores de edad en los departamentos de Tarija y Chuquisaca.
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La Fiscalía General del Estado consiguió tres sentencias condenatorias “ejemplares” en contra agresores sexuales de menores de edad en los departamentos de Tarija y Chuquisaca. Los acusados recibieron penas de 20, 25 y 30 años de presidio en las cárceles de Morros Blancos y San Roque, respectivamente, por el delito de Violación de Infante, Niña, Niño o Adolescente con Agravante.
En Tarija, la Fiscal Departamental Sandra Gutiérrez explicó que, tras la presentación de pruebas en juicio oral, se logró demostrar que Iván J. C. (26 años) y Pedro C. (38 años) -en dos hechos distintos ocurridos en los municipios de El Puente y Cercado- fueron identificados como culpables. El Tribunal de Sentencia Penal, Anticorrupción y Contra la Violencia hacia las Mujeres Primero de la Capital dictó 20 años de cárcel para el primero y 25 años para el segundo, ambos a cumplir en el penal de Morros Blancos.
“El Ministerio Público presentó pruebas contundentes como declaraciones en Cámara Gesell, certificados médico forenses, informes psicológicos y sociales de las víctimas, entre otros elementos que permitieron llegar a estas condenas”, precisó Gutiérrez.
El fiscal asignado al caso, Diego Damián Coro, detalló que en el primer caso el agresor aprovechó que la víctima estaba sola en su domicilio para invitarla a consumir bebidas alcohólicas y luego abusar de ella, mientras que en el segundo hecho el padrastro de una menor cometió reiterados abusos cuando la madre no se encontraba en casa.
De la misma forma, en Chuquisaca, el Fiscal Departamental Mauricio Nava Morales informó que el Tribunal de Sentencia Penal, Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la Mujer N.º 2 dictó la pena máxima de 30 años de prisión contra Jorge L.O.A. (56 años), quien durante cinco años abusó sexualmente de su hijastra en la ciudad de Sucre.
Según el fiscal, Alejandro Aparicio, el acusado aprovechó que la niña vivía en su casa y la amenazaba para que no contara lo sucedido. El hecho salió a la luz cuando la madre descubrió en el diario de su hija los relatos de las agresiones, lo que permitió iniciar la denuncia y el proceso penal.
BD/RED