La Policía Boliviana aprehendió este viernes a Limberth C. T., acusado de ser uno de los autores materiales de la emboscada contra un contingente policial en Llallagua (Potosí), ocurrida el 11 de junio de este año durante los bloqueos impulsados por seguidores del expresidente Evo Morales.
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La Policía Boliviana aprehendió este viernes a Limberth C. T., acusado de ser uno de los autores materiales de la emboscada contra un contingente policial en Llallagua (Potosí), ocurrida el 11 de junio de este año durante los bloqueos impulsados por seguidores del expresidente Evo Morales.
El operativo se realizó en inmediaciones de la calle Oruro del municipio de Llallagua, donde el sospechoso fue identificado y detenido. “El individuo trataba de mantenerse agazapado, pretendiendo evitar ser descrito físicamente”, explicó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, en conferencia de prensa que se realizó este viernes por la noche.
Aguilera detalló que la captura fue posible gracias al uso de tecnología y labores de investigación. “Se efectuó un requerimiento fiscal con la intención de establecer, a partir del patrullaje cibernético y la geolocalización de su teléfono, su ubicación. Establecimos que este señor, que trabajaba en la mina Porco a 55 kilómetros de Potosí, era residente de la urbanización Golfo que está a minutos de ingresar a Llallagua”, indicó.
El viceministro agregó que el acusado “logró evadir las acciones de seguimiento en su domicilio, además del cambio reiterado de dispositivos celulares. Primero salió de Llallagua hacia La Asunta, donde estuvo escondido un mes; luego se trasladó a otras ciudades y finalmente fue detenido nuevamente en Llallagua”.
Según Aguilera, las investigaciones contra el sospechoso dieron como resultado varias pruebas que lo implican con el hecho. “Tenemos la georreferenciación de su vehículo, de su teléfono celular y la ubicación personal. También contamos con el reconocimiento del otro autor material del asesinato y con testimonios de sobrevivientes de esta agresión”, señaló Aguilera.
La autoridad recordó que la violencia registrada en Llallagua no se limitaba a reclamos sociales. “La violencia en Llallagua no sólo respondía a un reclamo, sino a actividades criminales. Se logró la quema de 15,8 toneladas de marihuana, el área era usada para el blanqueo de sustancias controladas, el ingreso de vehículos indocumentados y el contrabando de combustible”, precisó.
Emboscada y víctimas
Durante los bloqueos del 10 y 11 de junio, un contingente policial fue atacado en la zona de Aguas Calientes, lo que derivó en la muerte de tres efectivos policiales. Otro uniformado falleció en Tacopaya (Cochabamba) y también se reportó el deceso de dos civiles.
“Este asesinato cegó la vida de un funcionario policial que lo único que estaba haciendo era reponer el orden en Llallagua, una ciudad que estaba siendo asediada por la violencia”, expresó Aguilera.
Aguilera concluyó que el Ministerio de Gobierno y la Policía no permitirán impunidad. “No vamos a dejar en la impunidad hechos que pretendieron encubrirse en una protesta social, cuando en realidad se trataba de actividades criminales”.
BD/LE