Según el Viceministro de Régimen Interior, hay autoridades locales implicadas en el crimen. La Policía busca a los sospechosos.
Brújula Digital |20|11|24|
El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, confirmó que el asesinato de cinco personas en la comunidad de Pucamayo, en el municipio de Corani (Cochabamba), tuvo como objetivo encubrir la tortura y muerte de las víctimas en un contexto de venta frustrada de armamento militar.
“La pregunta era ¿por qué los mataron? Matan a estas personas después de haber sido torturadas y ejecutadas. Primero, para encubrir el delito. Encubrir este crimen, que es un asesinato, no solamente enterrando en fosas comunes lejos de Pucamayo para retrasar su localización, sino también para destruir las pruebas materiales mediante la quema del vehículo. Entonces, la respuesta es el encubrimiento del asesinato, del secuestro y de la compra de armas”, indicó Aguilera en una entrevista con Unitel.
El viceministro agregó que para justificar su proceder, los responsables indicaron a la comunidad que las víctimas eran ladronas que los habían estafado.
Cronología de los hechos
La semana pasada, cinco personas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas en Pucamayo. Las víctimas fueron identificadas como Christian Cerna, Juan Ramón Medina, Tadashi Félix Loroña Mendoza, Trinidad Muñoz (esposa de este) y su hermana Lisa Loroña Mendoza.
Este martes, Aguilera hizo una cronología de los hechos y explicó que el móvil fue la venta de armamento que no se concretó.
Aguilera detalló que el incidente comenzó cuando Cerna, quien sería exmilitar, ofreció a los comunarios del bloqueo evista en Parotani dos fusiles FAL. Aunque recibió el dinero, no entregó las armas, ya que no las tenía.
“Su motivación le estaba vinculada en el ofrecimiento de armas de fuego para conseguir a través de estos engaños unos ingresos. Esto genera una relación con los comunarios y es percibido como un traidor al no cumplir con la entrega de armas, lo que desencadena un conflicto inicial. Ha habido, como le decía, una secuencia, una progresión definida marcada por una ascendencia de la violencia que se inicia con la captura de Cristhian Cerna y de Tadashi Loroño Mendoza”, dijo Aguilera.
Cerna contactó a dos integrantes de la Fuerza Aérea Boliviana para conseguir las armas.
La semana pasada, él y Tadashi Loroña, quien conducía un taxi, se trasladaron a Pucamayo. Allí fueron secuestrados, torturados y presionados para devolver el dinero.
Ayer, Aguilera indicó que Tadashi era miembro de la Fuerza Aérea Boliviana, aunque diversos reportes de medios lo identifican como taxista.
En un intento por resolver la situación, Tadashi contactó a su esposa Trinidad Muñoz, quien llevó 27.800 bolivianos al lugar. Ella llegó acompañada de Medina, quien habría sido uno de los miembros de la Fuerza Aérea Boliviana que tuvo contacto con Cerna, y de su cuñada Lisa Loroña. Sin embargo, pese a devolver el dinero, los comunarios los asesinaron.
“Tadashi Loroño establece contacto con su esposa, con Trinidad, para solicitar el dinero exigido de 27.800 bolivianos. El objetivo de los captores en ese momento era garantizar el ingreso del dinero antes de tomar una decisión definitiva sobre el destino de la víctima. Y esto nos lleva a una negociación y a un rescate fallido. Pero los captores ya habían dicho a los miembros de las comunidades aledañas que esas personas eran ladronas y que ellos habían sido víctimas de una estafa”, dijo Aguilera.
Habría autoridades involucradas en el crimen
Aguilera señaló que entre los sospechosos del crimen se encuentran dirigentes locales, incluidos alcaldes y subalcaldes de la zona.
“Tenemos otra lista de dirigentes que son alcaldes y subalcaldes del área y bueno primero vamos a detener a las personas que han actuado de carácter material”, dijo ayer Aguilera en conferencia de prensa, sin dar mayores detalles.
Agregó que ya están identificadas las personas que participaron de la tortura y asesinato.
“Estamos realizando la operación allanando los domicilios. Vamos a lograr la detención de Juan A., Sergio P., y Juan C., quienes son los autores materiales del hecho”, explicó Aguilera.
Justicia comunitaria
Aguilera resaltó el trabajo para atrapar a los culpables y dijo que se busca evitar que algunas personas quieran desviar la atención bajo el argumento de “justicia comunitaria”.
“Aquí lo que corresponde, en todo caso, evitar que algunos líderes intervengan delictivamente sobre ellos, una intervención socio-comunitaria que permita no solamente establecer los límites a lo que ellos llaman la ‘justicia comunitaria’, sustentada en campañas educativas que garanticen el respeto al Estado de derecho va a permitir que en esas comunidades que tienen ya un historial de violencia”, indicó a Unitel.
Bloqueos
El crimen ocurrió en el contexto del bloqueo en Parotani, organizado por sectores afines al expresidente Evo Morales tras denuncias en su contra por trata y tráfico de personas.
Parotani y la carretera que conecta Cochabamba con el occidente del país fueron puntos centrales del bloqueo de caminos impulsado por 24 días por los evistas.
En la localidad se reportaron violentos enfrentamientos entre bloqueadores y policías y militares. Los evistas utilizaron cachorros de dinamita en contra de los uniformados.
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