El informe final del CPI de Covid se leyó en el Senado este miércoles.
"Crímenes contra la humanidad, epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica e incitación al delito", además de otros cuatro cargos criminales: acusaciones de peso contra un mandatario por el manejo de la crisis del coronavirus.
Una comisión del Senado brasileño publicó este miércoles un extenso documento con las conclusiones de su investigación sobre los posibles delitos cometidos por el gobierno de Jair Bolsonaro en la gestión de la pandemia de covid-19 en Brasil. país que tiene la segunda cifra más alta de muertes por coronavirus después de Estados Unidos.
En concreto, la comisión denuncia que Bolsonaro incurrió en "crímenes contra la humanidad" con su negacionismo ante la pandemia, algo que -apuntan- agravó la incidencia de la enfermedad en el país.
Y por eso el comité encargado del informe recomienda que el presidente brasileño, cuatro de sus ministros y otras 61 personas se enfrenten a cargos penales.
Bolsonaro niega haber cometido irregularidad alguna y, en una primera reacción ante la publicación del informe, aseguró que él y su gobierno no tienen la "culpa de absolutamente nada" en relación con el agravamiento de la pandemia en Brasil.
"Sabemos que hicimos las cosas correctas desde el primer momento", dijo el mandatario este mismo miércoles en un acto sobre mejoras en la infraestructura de saneamiento en el municipio de Russas, en el nordeste de Brasil.
El informe será sometido a votación por los 11 miembros de la comisión la próxima semana.
El informe acusa al gobierno de exponer deliberadamente a los brasileños a la infección al actuar con lentitud.
También lo señala de haber minimizado el beneficio de las vacunas, prefiriendo en cambio una estrategia de alto riesgo destinada a crear inmunidad colectiva para mantener la economía en marcha.
Entre las personas nombradas se encuentran ministros, exministros, y políticos, entre ellos tres hijos de Bolsonaro.
Se los acusa también de prevaricación, malversación, falsificación de documentos públicos, uso irregular de dinero público y atentados contra la dignidad del cargo.
El documento es el resultado de más de seis meses de trabajo, cientos de horas de testimonios y miles de documentos que intentan esclarecer la respuesta del gobierno brasileño a la epidemia de covid-19 que ya ha matado a más de 600.000 personas en Brasil.
Las acusaciones se apoyan en información obtenida por el grupo parlamentario, que abarca desde la imposición en la salud pública de remedios sin eficacia comprobada contra la covid hasta serias sospechas de corrupción en la negociación de las vacunas, según recoge la agencia Efe.
También fue considerada la reiterada violación de Bolsonaro de las medidas que prohibían aglomeraciones e imponían el uso de mascarillas, su promoción de la cloroquina en discursos oficiales y el empleo de cuantiosos recursos públicos para adquirirla.
"En conclusión, al insistir en el 'tratamiento precoz' como única política para combatir la pandemia, Bolsonaro colaboró fuertemente para la propagación de la covid-19 en Brasil y, así, se mostró como el principal responsable de los errores cometidos por el gobierno", dice el informe.
El relator de la comisión, Renan Calheiros, elaboró un informe preliminar de 1.178 páginas que los miembros del Senado que componen la comisión discutieron a lo largo de la jornada.
En el borrador preliminar se incluían los términos genocidio y homicidio agravado, pero la comisión decidió retirar esa acusación del texto final. La atribución de estos dos crímenes al presidente generó división en el comité.
Se vivieron momentos tensos en la comisión durante el interrogatorio de testigos.
En una entrevista con BBC News Brasil, Calheiros confirmó que presentará una denuncia contra Bolsonaro ante la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya, Países Bajos.
Análisis de Katy Watson, corresponsal de la BBC en Sudamérica
Los cambios de última hora en el informe son una muestra de cuán cargada está la atmósfera política aquí en Brasil.
Estos últimos seis meses, los brasileños han estado muy atentos a la investigación que ha revelado escándalo tras escándalo, y no hay duda en la mente de nadie, ya sea en la izquierda o derecha, de que esto ha dañado la popularidad de Jair Bolsonaro.
Quienes aún lo apoyan dicen que hay motivaciones políticas. Pero para aquellos enojados por cómo el presidente manejó la pandemia, las acusaciones son serias y quieren que se haga justicia.
Y ahí es donde parece haber estado el punto de fricción: las acusaciones originales de homicidio masivo y genocidio indígena se han eliminado del informe porque no había consenso.
En cambio, han sido reemplazados por el delito de "epidemia con resultado de muerte", así como por otros cargos que incluyen crímenes de lesa humanidad y malversación de fondos públicos.
Son 11 los senadores que integran la investigación, siete de los cuales son críticos del presidente Bolsonaro.
El presidente de Brasil se ha mostrado varias veces escéptico de la vacuna contra el virus que ha afectado a más de 21 millones de personas y cobrado cientos de miles de vidas en su país.
Es más, Bolsonaro se jacta de no estar vacunado, señalando que su sistema inmune es suficientemente fuerte como para resistir el coronavirus.
Además se ha opuesto sistemáticamente a las medidas de confinamiento y otras restricciones, argumentando que el daño a la economía sería peor que los efectos del propio coronavirus.
También les dijo a los brasileños que "dejen de lloriquear" por la situación.