Un informe de la Fundación Inaset señala que si el promedio nacional de jóvenes entre 18 y 25 años es de 21,3%, existen mesas en las que se llega al 88%. El vicepresidente del TSE descartó anomalías en el padrón.
Brújula Digital|15|10|19|
Un estudio de la Fundación Inaset estableció que existirían 1.272 mesas de votación en las que el promedio de jóvenes y adultos mayores es muy superior al promedio nacional, lo que ha causado susceptibilidad en sectores opositores.
Si el promedio nacional de jóvenes entre 18 y 25 años es de 21,3%, existen mesas en las que los jóvenes llegan al 88%. El problema se presenta en 642 mesas.
De la misma manera, si las personas mayores de 66 años representan el 10,3% del total, existen 623 mesas en las que esos promedios son muy superiores, llegando a 68% en algunos casos.
Además, la mayor parte de esas mesas están ubicadas en “distritos cero y zonas cero”, es decir, sin numeración. Los “distritos cero y zonas cero” se usan para recintos en el exterior, no en Bolivia, e Inaset no logró conseguir una respuesta oficial de por qué se usan ahora en Bolivia. “Es anómalo que en algunas mesas los jóvenes de 18 a 25 años tengan una participación de más del doble o tiple del promedio del recinto y más del triple que el promedio nacional. Al otro extremo queda una población con posible ‘sobrerrepresentación’ de adultos mayores, pero tampoco puede explicarse que algunas mesas superen significativamente los valores promedio de la comunidad”, señala un reporte firmado por Enrique Velazco, de Fundación Inaset.
Antonio Costas, vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, descartó que existan anomalías en el padrón. Dijo que el proceso de registro de los votantes ya no se hace por “mesa de votación” como sucedía en el pasado, antes de confeccionarse el registro biométrico. Contó que cuando el registro era manual, un libro estaba asociado a una mesa, pero que ahora, con las computadoras que realizan ese trabajo, el empadronamiento es por recinto, no por mesa. “Por lo tanto no hay que ver las supuestas anomalías por mesa, sino por recinto. Y cuando se analizan los datos por recinto, ya no existen estos problemas de supuesto desfase en las edades”, dijo Costas. (Ver recuadro).
El TSE hizo conocer que 7.315.364 personas fueron habilitadas en el padrón electoral para los comicios del 20 de octubre, de ese total, 6.974.363 corresponden al país y 341.001 a los 33 países donde también se realizarán las elecciones.
Casos “llamativos” y “anómalos”
La investigación de Inaset dividió el padrón, siguiendo la información publicada por el propio TSE, en segmentos de edad cada cinco años y luego, mediante análisis matemáticos, vio dónde se producen estos casos que pueden ser llamados “especiales”.
Luego definió como “casos llamativos” a los que suceden cuando en una mesa (o recinto), un segmento de edad tiene participaciones de más del doble del promedio del recinto (o de los recintos vecinos); y las “anomalías”, cuando los jóvenes representan el 70% u 80% de las mesas de votación o las personas mayores representan el 50% de las mismas. “Que se triplique la distribución promedio de edad es altamente improbable dada la naturaleza de la población y del tipo de muestras que representan las mesas electorales”, dijo Velazco.
Participación de jóvenes
Para el total de las 33.051 mesas que tiene el país, el promedio de participación de los jóvenes en el padrón es de 21,3%. En 649 mesas la participación de los jóvenes es mayor al 48%, representando a casi 78.000 personas. De los 59 municipios en los que se ubican estas 649 mesas, 251 (el 38,7%) se concentran en tres: Santa Cruz de la Sierra, con 116 mesas, Cochabamba, con 92 mesas, y El Alto, con 43.
Personas adulto mayor
Según los datos del TSE, el promedio de la participación de los mayores de 66 años es de 10,3%, pero en 623 mesas (en 144 municipios) la participación de adultos mayores supera el 31,12% (el triple del promedio nacional, habiendo casos que superan el 60%); el total de personas mayores habilitadas en estas mesas es de 31.077.
En 12 provincias altiplánicas del departamento de La Paz están concentradas más del 50% de estas mesas (324); le sigue Potosí, con 149 mesas en siete provincias y luego Oruro, con 62 mesas.
Según Inaset existe una estrecha correlación entre las anomalías detectadas y los municipios en los que el MAS tiene una fuerte presencia electoral; el informe se pregunta si los acarreos de personas entre Beni y Pando podrían explicar esta situación. El estudio admite que es posible encontrar explicaciones “relativamente coherentes” para casos particulares, mayor participación relativa de personas mayores en zonas de expulsión o mayor participación de jóvenes en regiones de alto dinamismo económico, pero “en conjunto, los ‘picos’ de participación de algún grupo entre mesas de un mismo recinto o entre recintos en zonas de una misma comunidad no tienen explicación hasta ahora”.
Por otro lado, la similitud entre las distribuciones promedio a nivel de recintos y de mesas evidencia que la conformación de las listas por orden alfabético no altera en grado significativo la distribución etaria de la población en el recinto y, por lo tanto, cuando esa distribución es muy diferente al promedio, debe causar preocupación. Por esta razón, la existencia de mesas o recintos con participaciones superiores al 50% del rango de 18 a 25 años, “¿implicaría la existencia de comunidades o barrios habitados mayoritariamente por huérfanos?”, se pregunta irónicamente el estudio.
Dudas en la oposición
La portavoz y candidata a diputada por Comunidad Ciudadana, Paola Cortés, dijo que estos hallazgos deben “ponerse en contexto”. Expresó que el TSE “ha dado muestras, en muchas ocasiones, de irregularidades, desde haber autorizado el binomio inconstitucional, hasta haber aceptado las primarias, los despidos y renuncias que ha habido, la censura a la encuesta de Jubileo-Umsa y, ahora, las dudas sobre el padrón”.
Cortés agregó que “la presencia de personas mayores de 60 años o jóvenes en proporciones mucho mayores al promedio en determinadas mesas y, además, con una nomenclatura diferente, hacen ver que en Bolivia existe un proceso que busca llegar al fraude electoral”. Expresó que es sintomático que sólo sea el oficialismo el que destaca las acciones de los vocales del TSE y que “ello obviamente se explica porque coinciden en sus objetivos”.
Para el diputado Wilson Santamaría y actual candidato de Bolivia Dice No, “en ninguna mesa debería haber una distribución de edades diferente de la pirámide de población del mismo padrón, que dice que los jóvenes, de 18 a 25 años, son el 21,3% y los mayores de 60 años son el 10,3% de los electores; si las cifras en alguna mesa no son similares o parecidas a esas, la irregularidad sería evidente”. Las mesas se organizan como listas alfabéticas de ciudadanos, son completamente aleatorias, no pueden presentarse “casos especiales”, cualquier “anomalía”, agregó el legislador.
Santamaría dijo que “esto no debería sorprendernos, no es sino otra muestra más de la falta de confiabilidad y credibilidad que tiene el Tribunal Electoral, es una muestra de cómo están sometidos a los dictados del poder, de cómo son serviles a él. Todos estos aspectos tienen que ser tomados en cuenta para luego exigir cuentas a un tribunal”.
Antonio Costas: “No existen anomalías de ningún tipo”
El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, descartó que existan “anomalías de ningún tipo” en el padrón electoral. Recordó que en el proceso de registro de los votantes ya no se hace por “mesa de votación” como era en el pasado, antes del registro biométrico.
Contó que cuando el registro era manual, hasta antes de 2009, un libro estaba asociado a una mesa, pero que ahora, con las computadoras que realizan ese trabajo, el registro es por recinto de votación, no por mesa.
“Por lo tanto, no hay que ver las supuestas anomalías por mesa, sino por recinto. Y cuando se analizan los datos por recinto, ya no existen estos problemas de supuesto desfase en las edades”, dijo Costas.
Explicó que cuando un empadronador registra a los votantes, lo hace aleatoriamente y luego el sistema separa todos los inscritos cada 240 personas, para definir las mesas. Explicó que el orden en los que los votantes aparecen en sus mesas es alfabético y que por lo tanto ello explica que, “en casos puntuales, puedan haber determinados segmentos de edad superiores al promedio nacional”, pero que eso no afecta la calidad general del registro.
Respecto a por qué existen recintos ubicados en “distrito cero, zona cero”, es decir sin numeración, dijo que esta es una nomenclatura que ya no se usa y que no es relevante para el proceso de registro.
La Sala Plena del TSE hizo conocer el 11 de septiembre que 7.315.364 personas se encuentran habilitadas en el Padrón Electoral Biométrico para las Elecciones Generales del 20 de octubre de 2019, de ese total, 6.974.363 corresponden al ámbito nacional y 341.001 a los 33 países donde también se realizarán los comicios generales el domingo.
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