Este es un resumen de la conversación que mantuve con el ChatGPT, al que le pedí que actuara como experto en marketing y estrategia política.
Este es un resumen de la conversación que mantuve con el ChatGPT, al que le pedí que actuara como experto en marketing y estrategia política.
Te pido que te concentres en el balotaje entre las duplas Tuto Quiroga - Juan Pablo Velasco y Rodrigo Paz - Edman Lara e identifiques los episodios de ataque y cotraataque entre ambas”.
La IA identificó siete episodios a partir del 26 de agosto, cuando Paz le pide a Tuto que renuncie al balotaje “por un gobierno de consenso rápido” y Tuto rechaza la propuesta por “antidemocrática” indicando que “solo enterrado” no participaría. El mismo día Tuto cuestiona la coherencia del binomio Paz –Lara por propuestas sociales, como elevar la Renta Dignidad y le exige ponerse de acuerdo, encontrando a un Paz impávido e insistiendo en el pedido de renuncia con la narrativa “transición de consenso”.
El TSE propicia la firma de un pacto por la no agresión. Asisten tres de cuatro. Lara, fiel a su perfil de outsider, se abstiene con una excusa de principiante. Una semana después, Lara dice que si gana Quiroga será con fraude. Velasco tilda el ataque de lapsus y Libre reposiciona la no firma del acuerdo de no agresión, pero el PDC se vuelve a ver como directo y de frente. Velasco, cuyo perfil es de defensor y fiel amigo de su Presidente Tuto, ofrece a Lara llevarle a su casa el acuerdo para que lo firme, advirtiendo, sin embargo, que no sabe a cuál de sus tres casas deberá ir.
El PDC anuncia que no asistirá a debates que no sean los “oficiales” golpeando el terreno preferido de Quiroga, que se percibe como más sólido en lo programático y manejo de cifras, y quien aprovecha para reposicionar la idea “nosotros tenemos propuestas y respuestas, ellos no”.
¿Quién crees que impone su discurso y quién reacciona? ¿Quién crees que obtiene más ventaja de este intercambio de ataques y contraataques?
Paz-Lara están marcando la agenda con tres jugadas de alto impacto mediático: Amenaza de “defender el voto” y frame de posible fraude con un alto voltaje emocional y obligando al rival y al TSE a responder; segundo, negándose a debatir porque cambia el terreno de juego y le quita a Tuto su hábitat natural. No firmar (o retrasar la firma) del pacto de “no agresión” mantiene tensión y visibilidad, forzando a que el tema siga en titulares.
La secuencia de Quiroga–Velasco ha sido principalmente responder empujando el pacto anti-guerra sucia e insistiendo a debatir para volver al eje programático cuando el otro binomio se baja de la tarima.
Para el estratega GPT, la dupla Paz-Lara tiene una ligera ventaja por “control de agenda y por la inercia de haber liderado la primera vuelta, lo que le permite dosificar riesgos y hablar menos de propuestas concretas sin pagar demasiado costo inmediato”. El frame emocional fraude/defensa del voto domina ciclos noticiosos mejor que un frame técnico. Obliga al rival a desmentir, pedir pactos o invitar a debates, todas respuestas/reacciones. El PDC sabe que evitar debates reduce oportunidades para que Tuto contraste programa y experiencia, algo que, por perfil, suele favorecerle, pero también advierte riesgos para Paz-Lara, porque si el tono confrontacional se percibe como “guerra sucia” o si el TSE empieza a endurecer reglas y sanciones; ahí el relato “institucionalista” de Quiroga-Velasco gana tracción. Por su parte, si la conversación vuelve a economía y plan de gobierno, el que mejor “aterrice” números puede recuperar la iniciativa.
Como experto ¿qué aconsejarías a ambas duplas?
A Paz-Lara le diría que no debata, pero que ofrezca formatos de visibilidad formal alternos (entrevistas temáticas, conversaciones, etcétera. ¿Cómo la Del Rincón?) para no parecer evasivos; bajar medio tono el frame de fraude y migrar a “protección del mandato popular más agenda anticorrupción” para no espantar indecisos.
A Quiroga-Velasco pasar de reactivos a proactivos. Incidir en el debate vacío convirtiendo la ausencia del rival en “audiencias públicas” con fact-checks en vivo; que el enganche sea “propuestas versus silencio”; no centrar la semana en la firma del pacto sino pivotear a economía y gobernabilidad con medidas costo-impacto claras; micro-segmentación territorial con Velasco como vocero fresco en plazas urbanas y redes (lo dijo la IA, yo no lo recomendaría).
El vocero del PDC Andrés Torrez le dijo a JP Velasco que estaba totalmente autista de la realidad del país, a lo que Velasco anunció un plan para los niños autistas del país. Cómo calificarías esta respuesta. Por favor, busca el episodio y amplía tu análisis.
La respuesta de JP Velasco fue un “reencuadre moral con giro programático” bien ejecutado, pero con riesgos. Velasco respondió calificando el dicho como una falta de respeto y –clave– anunció un plan para niñas y niños con TEA (diagnóstico temprano, terapias accesibles, etcétera). Esto transforma un insulto hacia él en un marco de dignidad y políticas de inclusión. Resultado: cambia la conversación del agravio a qué hará el Estado. Agenda-setting defensivo: al presentar un plan obliga a Paz-Lara a responder en terreno incómodo (inclusión, salud/educación especial), y desactiva el ciclo de notas centradas en el insulto. Gana un día de prensa con una “propuesta positiva”.
El tono “moralista” funciona para voto moderado/parental: indignación con salida propositiva. Minimiza la percepción de víctima y maximiza la de adulto responsable. Riesgo de instrumentalización: si el “plan” no se concreta en 72 horas mediáticas en presupuesto, plazos y actores puede percibirse como oportunismo.
¿Y el otro lado cómo quedó? El bloque Paz-Lara quedó reaccionando con disculpas y control de daños. Si estiran el tema o relativizan el agravio corren el riesgo de alienar moderados; su mejor salida es reconocer, cerrar y cambiar de agenda.
La IA también omitió el episodio más pintoresco de lo que va del proceso, la silla vacía en medio del mercado Abasto y los besos y abrazos de Velasco con las caseritas. Puse en contexto frío a la IA, tan frío que le pedí que no se limitara al prompt sino que buscara de manera libre y objetiva…por favor.
Agenda-setting (quién mandó la conversación): Aunque el reto original fue de Lara, el control del ciclo noticioso terminó en manos de Velasco, que convirtió una convocatoria ajena en un acto propio con un símbolo potente (la silla vacía), fácil de fotografiar, explicar y compartir.
En términos de comunicación eso es “apropiación del encuadre”: tomas el escenario del rival y lo resignificas a tu favor. Ataque versus contraataque: ataque (Lara) que desafío a debatir en un mercado popular (terreno hostil para Velasco). Contraataque (Velasco): cumplimiento ostensible del reto + “empty chair tactic” (exhibir la ausencia del retador) + recorrido con comerciantes (ancla de cercanía). Ese combo transforma la narrativa en “yo cumplo, tú no”, que es moralmente difícil de revertir en un solo día. Efecto mediático a corto plazo para Velasco: ganó con imagen icónica, presencia territorial y tono respetuoso hacia las vendedoras; se lo ve proactivo y “que da la cara”. Para Lara: paga un costo de consistencia (retó y no llegó). Aun con la coartada judicial, la noticia queda pegada a la ausencia; los titulares enfatizan la silla vacía, no la explicación.
Última interacción con don GPT. La clase media y media alta boliviana siente que Lara es atrevido, inapropiado, ignorante y hasta le dicen de manera despectiva Lari (indio) y paco (denominativo despectivo de Policía), dicen también que si gana le quitará el poder a Paz y asumirá él el poder. Desde las clases populares, esta forma de comunicación de Lara divierte, gusta y es festejada porque se lo ve como al tipo que se rebela al sistema, el outsider perfecto. ¿Cuál es tu análisis respecto al éxito o asertividad de ese uso de imagen y de comunicación de Lara?
El “personaje” de Lara –transgresor, directo, callejero– sí es eficaz para crecer en sectores populares y dominar ciclos en redes, pero tiene un techo visible en clases medias/altas si no lo equilibra con señales de competencia y control. En términos de marketing político, hoy está jugando un posicionamiento diferenciado (outsider) con alto engagement y alto riesgo de rechazo. Funciona en entornos populista porque maneja una narrativa de outsider: expolicía que denunció corrupción, creció en TikTok y habla “sin filtro”.
Eso reduce distancia con audiencias que desconfían de políticos “de cartón” y premia la autenticidad percibida; es una máquina de earned media: cada gesto irreverente se vuelve clip, meme, live. Con pocos recursos pagados gana atención orgánica. Mantiene una identidad y resentimiento anti-élite: su biografía y estilo conectan con el “yo como vos” y con el relato antisistema; eso ancla lealtades en segmentos populares que se sienten ignorados por las élites y dibujan el marco clásico del outsider latinoamericano.
Para la clase media alta no funciona porque representa la transgresión como “falta de idoneidad”. Clases medias/altas tienden a traducir el show en duda sobre gobernabilidad y riesgo institucional (ejemplo, polémicas sobre “cuánto poder tendría” el Vicepresidente; ataques a prensa). Ese frame erosiona confianza. Efecto boomerang: cuando el tono cruza líneas (insultos, amenazas, desplantes) la conversación se centra en más forma que fondo y obliga a defensas desgastantes. La decisión de evitar debates refuerza la sospecha de “poca propuesta”.
Balance táctico
Asertividad comunicacional: alta en viralidad y agenda (marca tema, arrastra cámaras). Media en persuasión amplia: moviliza a “los suyos”, pero polariza y puede consolidar a los anti-Lara. Traducción electoral: si la segunda vuelta depende más de movilizar bases que de conquistar moderados, el estilo rinde. Si el margen exige conversión de indecisos urbanos/medios, el estilo actual limita. Esto ya se ve en coberturas que oscilan entre “fenómeno popular” y “riesgo de poder paralelo del Vicepresidente”.
¿Qué aconsejas al PDC? Aconsejo una bimodalidad controlada:
Populares: mantener el tono rebelde en plazas y lives.
Clases medias/altas: emplear portavoces técnicos que traduzcan su intuición en tres políticas concretas (seguridad barrial, anticorrupción en compras públicas, empleo joven), con cifras y cronogramas. “Irreverente, no imprudente”: definir límites explícitos (no insultos a grupos, no amenazas a instituciones). Cada vez que cruce la línea, autocorrección inmediata con propuesta (como cuando el equipo debió disculparse por “autista”). Riesgo poder: reencuadrar la polémica de “quitarle el poder a Paz” en “dupla complementaria” firmando un contrato público de roles, gobernanza del gabinete y regla de “no romper” (disciplina de mensaje).
Debate sin debate: Si mantienen la decisión de no ir a debates, compensar con formatos alternativos (foros temáticos moderados por universidades/colegios profesionales) que muestren capacidad y equipo sin exponerse al show del set.
La imagen/comunicación de Lara es estratégicamente asertiva para dominar agenda y movilizar sectores populares (su ventaja comparativa), pero no es suficiente para cerrar la segunda vuelta si no amplía hacia el elector medio-urbano, que valora orden, previsibilidad y competencia técnica.
La clave no es “suavizarlo” hasta volverlo otro político más, sino orquestarlo: que el Lara show atraiga cámaras y comunidad, mientras otras voces del binomio convierten esa atención en confianza programática. Si no hace ese ajuste, su techo de rechazo puede definir la elección en su contra.
Gracias GPT…eres genial.
Mónica Olmos Campos es comunicadora social y asesora educativa.