La renuncia del auditor Luis Gálvez, denunciando presiones, y la negativa de analistas a comentar los resultados, agravan la sospecha. En La Paz, un empate reemplaza a la ventaja de más de 10 puntos que tenía Doria Medina hace días, sin explicación plausible.
Brújula Digital|09|08|25|
Julio Aliaga Lairana
La última encuesta de El Deber irrumpe como piedra en agua calma: no aporta claridad, sino una oleada de dudas. El brusco cambio de tendencias, la renuncia del auditor, la sustitución de comentaristas, anomalías en La Paz, denuncias de manipulación y opacidad metodológica socavan su credibilidad.
En democracia, las encuestas informan o manipulan; cuando la frontera se difumina, el ciudadano debe desconfiar y no delegar su voto a un gráfico. Este estudio no estaba previsto -se anunciaron solo tres mediciones- y, sin aviso, se añadió uno más a diez días de las elecciones. Nueve sondeos previos daban la victoria a Samuel Doria Medina; ahora, súbitamente, Jorge “Tuto” Quiroga lidera, sin hechos que justifiquen un vuelco tan grande.
La renuncia del auditor Luis Gálvez, denunciando presiones, y la negativa de analistas a comentar los resultados, agravan la sospecha. En La Paz, un empate reemplaza a la ventaja de más de 10 puntos que tenía Doria Medina hace días, sin explicación plausible.
Voces como Juan Carlos Medrano advierten que ciertas encuestas inducen “voto útil”. El “empate técnico”, usado con ligereza, distorsiona la percepción. Sin ficha técnica y microdatos, confiar en un solo estudio sorpresivo es ingenuidad peligrosa.
La manipulación puede darse en la muestra, el momento de medición, la interpretación o la presentación: la encuesta deja de ser fotografía para convertirse en escenografía. El ciudadano debe exigir transparencia y decidir por sí mismo.
Esta vez, también hay un efecto positivo: obliga al equipo de Alianza UNIDAD a reaccionar. Nueve encuestas favorables podían invitar a la excesiva confianza; ahora toca redoblar esfuerzos y que ciudadanos y activistas den el último empujón por un gobierno de soluciones, diálogo y concertación, lejos de polarizaciones estériles.
Julio Aliaga Lairana es analista político. Respalda la candidatura de Samuel Doria Medina.