El Centenario del país se festejó durante un mes. En la sede de gobierno, una cena elegante y lujosa organizada en la terminal del ferrocarril llegó hasta Europa, en forma de crónica periodística.
Ivone Juárez 06|08|25|
En 1925 Bolivia cumplió 100 años de su fundación. Fue una gran fiesta nacional que se prolongó durante un mes porque fue pensada durante meses y esperada mucho más.
La celebración debía estar por encima de todas las expectativas debido a la gran importancia que representaba para los bolivianos. Eso lo tenía muy claro el presidente de entonces, Juan Bautista Saavedra, quien encabezó gran parte de los actos programados, que se concentraron en la ciudad de La Paz, sede de Gobierno desde inicios de 1900.
Fueron muchas las actividades que se organizaron para festejar el Centenario del país, pero algunos impresionaron tanto a los paceños que se quedaron en la memoria para ser recordados y contados hasta hoy, como el magnífico banquete que Bautista Saavedra ofreció a más de 5.000 invitados en la estación del ferrocarril a Guaqui, hoy Terminal de Buses.
Los invitados al banquete y los curiosos en las afueras de la entonces terminal del ferrocarril a Guaqui. Foto: Fotos Antiguas de La Paz.
Fue el 15 de agosto, en la noche. Su magnificencia comenzó por su escenario: la estación del ferrocarril de Guaqui, que había terminado de ser construida 12 años antes nada menos que por el padre de la Torre Eiffel de Francia: el arquitecto Gustave Eiffel.
Fotos de la época muestran como el monumento que era orgullo para los paceños fue adecuado y decorado para recibir a los 5.000 invitados al banquete, en su mayoría figuras públicas, personalidades destacadas de la sociedad boliviana, diplomáticos y sobre todo extranjeros.
"El presidente Saavedra estaba empeñado en que los festejos del Centenario de la República tuvieran una repercusión internacional", destaca el historiador Carlos Gerl, director de la revista digital Leyendario.
Y Saavedra lo consiguió porque entre los invitados al gran banquete figuraban, por ejemplo, Jorge Mac Lean y Estenos, adjunto civil de la Embajada de Perú, que publicó en su país una crónica del banquete por el Centenario de La Paz, que se realizó después de un acto oficial en el Palacio de Gobierno, cuenta Gerl.
Hileras de mesas elegantes
El interior de la terminal del ferrocarril a Guaqui se convirtió en un gran salón, donde se organizaron cuatro filas largas de mesas, cubiertas con una finísima y valiosa mantelería.
Los organizadores se preocuparon por prácticamente adornar la mesa con una fina y elegante vajilla que hizo pensar a muchos que estaban en algún lujoso restaurante de Europa.
Cuando llegó la hora de comenzar a servir los alimentos, los invitados quedaban a cada vez más impresionados a medida que veían los platos y bebidas sofisticadas que, primero, pasaban pasar ante sus ojos y luego tenían el privilegio de degustar.
Parte de los 5.000 invitados al banquete por los 100 años de Bolivia que se realizó en La Paz, en 1925. Foto: Fotos Antiguas de La Paz.
"A las diez de la noche se sirvió en el gran comedor de gala el regio banquete, encontrándose la mesa y los diversos compartimientos del comedor con un gran derroche de gusto artístico", escribió el diplomático peruano Jorge Mac Lean y Estenos en su crónica publicada en Europa días después del espléndido festín por los 100 años de Bolivia, según el libro El banquete, de Antonio Paredes Candia.
"El banquete transcurrió en medio de las más grandes animaciones. A la hora de los postres ofreció la manifestación el presidente Saavedra en términos muy corteses para los representantes que habían sido enviados por las naciones hermanas y que en esos momentos se hallaban presentes", continuó describiendo Mac Lean en su crónica.
En La Paz, entre los paceños, que durante semanas comentaron el acontecimiento, se decía que, además del derroche de elegancia y buen gusto, se elaboró tal cantidad de platos, postres y otras exquisiteces para el banquete que ni sus 5.000 invitados pudieron dar fin.
“Se comentaba que la comida que sobró podía alimentar a 400 personas durante una semana", afirma el historiador Carlos Gerl.
Tras la exposición
Como el banquete en la terminal del ferrocarril a Guaqui fue uno más de los actos organizados por las autoridades de entonces para conmemorar el Centenario de Bolivia, antes de éste se había inaugurado en el lugar una exposición industrial Internacional, que contó con la participación de Chile, Perú y Argentina.
Los países habían montado sus pabellones a lo largo de la gran infraestructura diseñada por Gustave Eiffel para mostrar su trabajo y adelantos en lo industrial. Bolivia, por su lado, ambientó en lugar para impresionar a los invitados con su cultura.
"En su pabellón, Bolivia se montó una sala de arte boliviano, productos de manufactura nacional y una exposición de actos incaicos", cuenta Carlos Gerl.
Las autoridades y bolivianos en general habían pensado tanto en los 100 años el país que no midieron en pensar y organizar todo tipo de actividades. Durante todo agosto de 1925 en La Paz se vivieron homenajes a la Bolivia centenaria, bailes, funciones teatrales y muchos banquetes, pero seguro ninguno como este ese 15 de agosto.
Una versión de esta crónica fue publicada el año 2021 en el periódico Página Siete.