El Gobierno boliviano confirmó este martes que continuará con el proceso de extradición del exministro de Gobierno, Arturo Murillo, actualmente detenido en un centro de migración en Estados Unidos, mientras se aguarda el fallo de un juez migratorio sobre su posible deportación.
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El Gobierno boliviano confirmó este martes que continuará con el proceso de extradición del exministro de Gobierno, Arturo Murillo, actualmente detenido en un centro de migración en Estados Unidos, mientras se aguarda el fallo de un juez migratorio sobre su posible deportación.
La viceministra de Seguridad Ciudadana, Carola Arraya, explicó que, aunque la audiencia migratoria se llevó a cabo este martes a las 10:30 (hora boliviana), aún no existe un fallo definitivo. “No podemos especular sobre la decisión del juez, Murillo podría pedir asilo u otra figura legal que le permita quedarse en ese país, aunque sabemos que los delitos por corrupción y lavado de dinero no suelen ser protegidos bajo esas solicitudes”, sostuvo.
Según el abogado y activista político Thomas Becker, quien informó sobre la audiencia a Unitel, la sesión no fue pública y hasta el momento no se conocen los detalles de lo tratado. Murillo, que ya cumplió su condena en EE.UU. por lavado de dinero relacionado con la compra irregular de gases lacrimógenos durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, permanece ahora en un centro de detención migratoria a la espera de que se resuelva su situación legal.
Becker indicó que el juez puede optar entre ordenar la deportación, solicitar más audiencias o permitir que Murillo presente una solicitud de asilo. Sin embargo, recordó que la ley estadounidense limita seriamente esta posibilidad para personas condenadas por delitos como corrupción.
Por su parte, la ministra de Justicia, Jessica Saravia, afirmó que Bolivia ha cumplido con todos los trámites necesarios para solicitar la extradición del exministro, independientemente del desenlace del proceso migratorio. “La solicitud fue cursada por la Cancillería, y el Estado boliviano continuará con este proceso hasta que se logre su retorno al país”, remarcó Arraya.
Murillo enfrenta en Bolivia al menos diez procesos judiciales, entre ellos dos con sentencia condenatoria, incluyendo el caso de los gases lacrimógenos, y ocho más en etapa investigativa. También existen más de 40 denuncias administrativas por contrataciones irregulares durante su gestión en el Ministerio de Gobierno.
Detenido en 2021 en EE.UU., Murillo fue sentenciado por lavado de dinero, luego de ser hallado culpable de recibir sobornos en un millonario contrato de compra de gases lacrimógenos con sobreprecio para Bolivia. Finalizó su condena el 21 de junio de este año, y desde entonces permanece bajo custodia migratoria.
BD/RED
