|OPINIÓN|Yo Tuto|Julio Ríos Calderón|

Brújula Digital|12|04|25|

Julio Ríos Calderón

La reciente controversia en torno a Jorge Tuto Quiroga y su desmarque del acuerdo del bloque de unidad pone de manifiesto las tensiones internas que amenazan la cohesión de la oposición boliviana. La frustración palpable de Quiroga, al verse superado en las encuestas por su compañero Samuel Doria Medina, revela un ego inflado y una incapacidad para aceptar el panorama actual. 

La imagen del político molesto, casi infantil en su reacción, no solo refleja su desazón personal, sino que también evidencia una falta de visión sobre las verdaderas necesidades del país. En lugar de trabajar hacia un objetivo común, Quiroga parece más preocupado por su posición individual, lo que podría tener repercusiones negativas para el bloque unitario y, por ende, para el futuro político de Bolivia.

Doria Medina, por otro lado, adopta una postura más calculada y pragmática. Su disposición a apoyar al candidato con mayores expectativas electorales es un acto de madurez política que contrasta con la actitud obstinada de Quiroga. Mientras uno busca consolidar una fuerza opositora real, el otro se aferra a un protagonismo que no le beneficia ni a él ni a sus seguidores.

Esta situación pone en evidencia un fenómeno preocupante: la ambición desmedida de algunos políticos puede eclipsar los intereses del país. En lugar de ofrecer soluciones concretas y unir fuerzas para enfrentar los desafíos nacionales, se opta por discursos grandilocuentes que no se traducen en acciones efectivas.

Es imperativo que los líderes políticos en Bolivia comprendan que su papel trasciende las ambiciones personales. La política no debe ser un espectáculo donde los egos se enfrenten, sino un espacio donde prevalezcan el diálogo y la colaboración. De lo contrario, continuaremos viendo un paisaje político desolador, similar al "quijotesco" camino de Quiroga, dejando tras de sí solo escombros de ilusiones perdidas. 

La pregunta queda en el aire: ¿serán capaces los políticos bolivianos de priorizar el bienestar del país por encima de sus propios intereses? El tiempo lo dirá, pero las elecciones venideras serán un termómetro crucial para medir la capacidad de unidad y madurez política en nuestra nación.

Julio Ríos Calderón es escritor y periodista.