Militares camuflados con cascos de guerra y armados, además de tanquetas llegan a plaza Murillo

Brújula Digital |26|06|24|

Tanquetas y efectivos de la Policía Militar (PM), fuertemente pertrechados, llegan a plaza Murillo. Lo vehículos camuflados toman las esquinas. “Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse”, denunció el presidente Luis Arce en su cuenta X.

El contingente militar llegó a plaza Murillo, los vehículos de avanzada se apostaron en todas las esquinas para permitir el paso de la comitiva principal. Cada uno de ellos tenía encima un militar con cascos y armamento de guerra apuntando.

Una vez en la plaza donde funcionan el Palacio de Gobierno y la Asamblea legislativa, los efectivos militares comenzaron a retirar a las personas. Uno de esos motorizados, se estacionó en la puerta de ingreso al viejo Palacio de Gobierno, donde el propio ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, salió a confrontar a los uniformados. Golpeó, pateó y hasta grito sin que tuviera respuesta. La autoridad no dio declaración alguna pese a las preguntas de los periodistas: “¿Qué está pasando ministro? ¿Es un golpe de Estado?”

Los uniformados empujaron a los periodistas que hacían cobertura y lanzaron gases lacrimógenos contra las personas que se quedaron alrededor y gritaban “Democracia”.

A las 15:27 el comandante del Ejército, Gral. Juan José Zúñiga, salió del vehículo militar fuertemente resguardado por decenas de policías militares con equipos antimotines con la intención de ingresar a Palacio de Gobierno.

El general Zúñiga se encuentra en traje de gala, pero con un chaleco camuflado y una boina. El uniformado ignoró todas las preguntas de los medios de Comunicación. Él se encuentra al lado del ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, quien, minutos antes, llegó a la plaza declarando que no tenía ningún tipo de información.

BD/RED