Brújula Digital|19|02|24|
Yelka Maric
Es evidente que las necesidades del municipio de La Paz, en términos de infraestructura, mitigación de riesgos, servicios al vecino, orden, vialidad, asistencia a la población vulnerable, y otros, son muchísimo más grandes que los recursos disponibles.
Estamos en una situación (al igual que en otros municipios y departamentos) en la que nos toca administrar pobreza. Administrar pobreza de forma eficiente o mínimamente razonable requiere de gente que sepa (solvencia técnica, legal y financiera). Estarán de acuerdo que en esto no hemos tenido ni tenemos la suerte de tener muchas autoridades con esas características.
Finanzas es ciencia, no es teología ni filosofía. Se requiere de autoridades con los pantalones bien puestos para tomar decisiones necesarias y acertadas. La Paz carece de un representante de esta talla. El alcalde sigue en campaña. Olvidó que desde el 3 de mayo de 2021 le tocaba hacer gestión.
El contexto económico llama a ajustarse el cinturón, sin embargo el gobierno municipal sigue con una burocracia de casi 7.000 funcionarios ediles, lo que significa aproximadamente 54 millones de bolivianos al mes y con un nivel de productividad bajísimo. Es el botín político del alcalde. Seguramente es la forma de pagar varias de sus deudas de campaña.
Se esfuerza en que no se note que le faltan fuentes para financiar sus promesas de “superobras” y “superservicios” y pretende que el Concejo autorice el inicio de operaciones de crédito público por 1.000 millones de bolivianos. No le importa endeudar al gobierno municipal, será problema del siguiente alcalde. Como se dice en los espectáculos: “El show debe continuar”.
Las lluvias han demostrado que los trabajos de mitigación de riesgos en época seca no han sido suficientes así como en mejoras estructurales. El alcalde se dedicó a maquillajes de espacios públicos, financiar fiestas, participar en la Fexpocruz (no vayan a creer que la venta de marraquetas cubre el millón de bolivianos gastados), llenar la ciudad con carteles de “Fuerza Negrito” y “ojo”, habrán más sorpresas similares, refiriéndome a gastos que ante profundas necesidades las considero hasta insultantes.
Las construcciones ilegales o fuera de norma ponen en riesgo a los habitantes de La Paz como bien ha quedado en evidencia. El alcalde dijo en varias oportunidades que las va a demoler, también dijo que las iba a expropiar, también hizo un show en una rueda de prensa con billetes de alasitas y harina armada para negar su autoría en la Ordenanza 046 que regularizaba construcciones irrestrictas. Pero la verdad es que ha firmado el proyecto de ley de regulación 467 versión 2.0., cuyo poético nombre es “Viabilidad legislativa al derecho a la edificabilidad”, y el Decreto Municipal 034 que regulariza edificaciones fuera de norma a cambio de multas irrisorias sin importar la cantidad de pisos infractores. Lo mencionado demuestra una total incoherencia entre lo que dice y hace.
Aquí nos toca agradecer el “nivel profesional” de los informes que acompañan al reciente Decreto Municipal porque hicieron inviable su aplicación con errores de nivel escolar. ¿Cómo será la calidad de los filtros que ninguno de los casi 20 firmantes (autores) se dio cuenta? Queda en evidencia que ni leen los informes antes de firmarlos.
Creímos elegir un candidato responsable para que redujera el tamaño burocrático institucional, que busque eficiencia de las finanzas, que transparente su accionar y que eleve la calidad de servicio al vecino en sus múltiples necesidades. Nos equivocamos.
El alcalde vive en una permanente improvisación. Actúa con oportunismo vergonzoso cuyas “cuestionadas acciones” están empezando a salir a la luz. Por ejemplo, las demoliciones de predios con catalogación patrimonial y la desesperación por regularizar edificaciones fuera de norma.
Repito, no voy a ceder en defender los intereses de La Paz. Voy a alertar e iniciar todas las acciones legales a las que tengo acceso para frenar la corrupción territorial. Desde donde estoy continuaré fiscalizando la gestión municipal, que es para lo que me eligieron.
Mil disculpas La Paz. Como miles de paceños, me arrepiento de mi voto, pero como concejala, ADEMÁS me avergüenzo.
Yelka Maric es concejala de La Paz.