La elección de Fernández en medio de enfrentamientos marca otro capítulo de las fisuras internas del partido dirigido por Morales entre "renovadores" y "evistas".
Brújula Digital |20|03|2023|
La corriente renovadora aún tendrá las riendas del MAS en el departamento de Santa Cruz mientras los "evistas" desconocieron la elección porque no se habrían cumplido con los requisitos formales y solicitaron al Tribunal Supremo Electoral la anulación del congreso.
Marco Fernández fue reelegido como presidente de la dirección departamental del MAS en Santa Cruz en un congreso realizado en el municipio de Yapacaní.
La elección comenzó el sábado con la participación de Evo Morales, el jefe del MAS, y del presidente Luis Arce, quienes llamaron a la unidad y se dieron un abrazo en señal de acercamiento; sin embargo, el encuentro acabó con silletazos, empujones, golpes e insultos.
El congreso reeligió por aclamación a Fernández, quien defendió la legalidad del proceso y culpó a "unas cuantas personas" de boicotear el congreso del partido.
"Agradecer a todo el pueblo cruceño por haber confiado en mi persona una gestión más de dos años y vamos a seguir trabajando por la unidad de nuestro departamento, por el desarrollo de nuestro departamento, por el desarrollo de nuestro país", afirmó después el dirigente calificado por los “evistas” como “renovador”.
Sobre los incidentes ocurridos señaló que éstos fueron perpetrados por personas que llegaron al congreso a "boicotear". "Creo que los congresistas fueron sabios y sacaron a esos bochincheros fuera para que este congreso se desarrolle normalmente", afirmó en declaraciones registradas por el canal DTV.
En los videos compartidos en las redes sociales se observan peleas campales en el coliseo donde se realizaba el encuentro y también se ve al dirigente Reynaldo Ezequiel que sale custodiado por la policía y es subido a una patrulla policial.
Ezequiel, en breve contacto con los periodistas, dijo que los uniformados le ayudaron a precautelar su seguridad; sin embargo, los "evistas" denunciaron una supuesta "intervención" de la fuerza pública.
El dirigente masista culpó de la violencia a la Unión Juvenil Cruceñista que habría sido contratada por Marco Fernández, pero no presentó ninguna prueba.
El vicepresidente del MAS afín a Morales, Gerardo García, denunció que el congreso fue "manipulado" y "maniobrado".
"Este congreso ha sido convocado por la dirección nacional del MAS-IPSP pero ha sido manipulado, maniobrado y lamentamos mucho que en este congreso hubo acarreo de gente, funcionarios públicos y algunos dirigentes han sido sobornados, y han venido a hacer abortar un congreso, nunca se ha visto en un congreso a la Policía uniformada presente, nosotros tenemos nuestra seguridad congresal, nuestra policía congresal que hemos posesionado y que nos da la seguridad", denunció.
García calificó de ilegal la elección y anunció que solicitará al Tribunal Supremo Electoral que emita una resolución expresa disponiendo el rechazo de puro derecho del IX Congreso Ordinario del MAS-IPSP Santa Cruz porque no se habrían cumplido con requisitos como la verificación de la militancia, verificación de "buena conducta" y que la comisión de poderes designó de manera directa al presidium, cuando éste debió ser posesionado por la dirección nacional.
En el pronunciamiento de la dirección nacional del MAS se lee que "sin respetar la convocatoria se nombró (a dedo) de manera directa y sin ningún proceso previo de votación por parte del pleno del congreso al señor Marco Fernández como presidente de la dirección departamental de Santa Cruz de la Sierra, desconociendo nuestro estatuto orgánico".
La elección de Fernández en medio de enfrentamientos marca otro capítulo de las fisuras internas del partido dirigido por Morales entre "renovadores" y "evistas".
BD/JCV