El denominado ‘Grupo de Puebla’, sustenta su posición en el estudio publicado en el New York Times y solicita la presencia de una comisión independiente a la Secretaria General de la OEA, que se encargue de reestablecer la legitimidad democrática en Bolivia además de pedir “al gobierno de facto liderado por Jeanine Áñez Chávez”, que entregue inmediatamente el poder del Estado.
Brújula
Digital |10|006|20|
El llamado para que la Organización de Estados Americanos (OEA) convalide y declare legítimo el triunfo electoral de Evo Morales en Bolivia, en las elecciones generales de octubre de 2019, fue realizado este martes por miembros del denominado ‘Grupo de Puebla’, los que además solicitan la presencia de una comisión independiente a la Secretaria General de la OEA, que se encargue de reestablecer la legitimidad democrática en Bolivia.
Según reporte de la agencia de noticias Prensa Latina (Agencia Informativa Latinoamericana), el Grupo de Puebla en su llamado, pidió también “al gobierno de facto liderado por Jeanine Áñez Chávez” que entregue inmediatamente el poder del Estado y justifica su posición en “el retraso sistemático e inexplicable de las elecciones” en Bolivia.
El Grupo resaltó su preocupación “por una nueva evidencia que aclara lo apresurada e intencionada de la declaración de la OEA, al establecer la consumación de fraude electoral en las elecciones del 20 de octubre en Bolivia”, que señalan, “derivó en un golpe de Estado”.
Al referirse a la “nueva evidencia”, el “denominado grupo de Puebla” se refiere a las conclusiones de un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Tulane (Rodríguez, Idrobo y Kronick) publicado en el New York Times, en el que se señala “que la OEA no ofreció evidencias de fraude en las elecciones” y sostiene “que no hubo variaciones en los patrones de votación, dentro de los recintos electorales después de la interrupción por conteo preliminar. Incluso, las trayectorias en las tendencias de votación no varían con respecto a patrones de elecciones anteriores” y concluye que “la evidencia estadística proporcionada por la OEA carece de fundamento, por lo que las acusaciones de fraude electoral no tienen sustento”.
El Grupo de Puebla en su pronunciamiento, hace un llamado a la comunidad
internacional, y señala que a partir de las “dramáticas consecuencias que tuvo
la observación electoral de la OEA, (a la que considera) como un elemento que
derivó en la radicalización de la oposición política boliviana, teniendo como
consecuencia un ‘golpe de estado contra Evo Morales’, las acciones cometidas
por la OEA en el caso boliviano son absolutamente repudiables, puesto que, si
se comprueba la discrecionalidad de estas, permitiría a la comunidad
internacional presumir que el organismo multilateral fue cómplice del
derrocamiento de un gobierno democrático”.
La alianza denomina Grupo de Puebla está conformada por tiene 32 miembros. Entre ellos, Ernesto Samper, expresidente de Colombia; José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno de España; Rafael Correa, expresidente de Ecuador; Leonel Fernández, expresidente de la República Dominicana; Fernando Lugo, expresidente de Paraguay, y Lula da Silva y Dilma Rousseff, expresidentes de Brasil, además del presidente de Argentina, Alberto Fernández, y la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, todos considerados como progresistas.
Sobre el pronunciamiento de la agrupación “progresista” Evo Morales, (que es parte del grupo) desde su asilo (refugio político) en Argentina, señaló a través de sus redes sociales “que las nuevas investigaciones de las universidades y el pronunciamiento de 133 economistas y estadísticos demuestran que en Bolivia no hubo fraude y sí ‘golpe de Estado’”.
Al respecto analistas y políticos señalaron que las conclusiones a las que hace referencia la publicación, además de ser incompleta respecto a la situación registrada tras las elecciones de octubre 2019, el conteo de votos, las irregularidades presentadas y que fueron conocidas por la población, no aclara ni hecha por tierra los hechos registrados como la intempestiva paralización del sistema de conteo rápido y la variación en la tendencia de votos que se difundió posteriormente y que favoreció ampliamente al MAS y Evo Morales.
Explicaron que el denominado “foro de Puebla” concentra a exmandatarios y políticos de izquierda que se auto identifican como “progresistas” y sus pronunciamientos responden a su tendencia ideológica que paulatinamente ha perdido fuerza en el continente, “además de considerar a la OEA como un mecanismo de dominación de Estados Unidos”.
BD/JI-PA