La disminución es de 1.400 hectáreas en 2018. Detectó la presencia de cultivos de coca ilegal en seis de las 22 áreas protegidas. Estableció que el 90% de la coca legal se vende en Villa Fátima y el 10% de la coca ilegal en Sacaba.
Brújula Digital|22|08|19|
En 2018, el cultivo de coca ilegal en el país disminuyó en 6%, en comparación con la coca ilícita de 2017, según el último Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca, presentado el jueves en La Paz por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), y sugirió al Gobierno incrementar las medidas de control, porque la producción de coca continúa por encima de las normas. La superficie cultivada se redujo en 1.400 hectáreas de 24.500 hectáreas en 2017 a 23.100 en 2018.
“Es una buena señal que este año (2018) se haya reducido la superficie de cultivos de coca, si bien se reportó una reducción del 6%, los cultivos siguen por encima de lo que dice la Ley. Recomendamos mantener los esfuerzos invertidos para lograr la reducción en todo el territorio nacional”, detalló el representante de UNODC en el país, Thierry Rostan. A la presentación del informe asistió el presidente Evo Morales y algunos ministros.
Un 65% de la superficie total cultivada está en los Yungas, un 34% en el trópico de Cochabamba y en el norte de La Paz existió un crecimiento del 57%. Otros datos indican que en la región de los Yungas de La Paz se detectó un decremento de 6%, llegando a 15.015 hectáreas; en el trópico de Cochabamba se registró una reducción del 7%, existiendo 7.787 hectáreas, mientras que, en la región del norte de La Paz, la superficie cultivada aumentó en 57%, de 220 a 346 hectáreas.
Además, la reducción más alta del cultivo de coca en los Yungas de La Paz se detectó en la provincia Sud Yungas, con 918 hectáreas disminuidas, alcanzando las 9.774 hectáreas de cultivos de coca en 2018. Asimismo, en el trópico de Cochabamba, la provincia Chapare registró un decremento de 587 hectáreas de cultivos de coca, llegando a un total de 3.657 hectáreas.
Cultivo ilegal en 6 de 22 áreas de reserva
El informe de la UNODC también detectó la presencia de cultivos de coca ilegal en seis de las 22 áreas protegidas a nivel nacional. En estas áreas, se identificó una superficie total de 224 hectáreas de cultivos de coca, las cuales se encuentran dentro de las tres regiones productoras. El parque nacional más afectado por el cultivo de la coca fue Carrasco, seguido por Cotapata, Apolobamba e Isiboro Sécure.
Estas cifras reflejan los principales hallazgos del último Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia, realizado en el marco del Programa de Apoyo de la UNODC a la Implementación del Plan de Acción de la Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Reducción de Cultivos Excedentarios de Coca del Estado Plurinacional de Bolivia, financiado por la Unión Europea.
Se vende coca ilegal en Sacaba
De acuerdo con el informe de la UNODC, la cantidad de hoja de coca comercializada en los dos mercados autorizados (Villa Fátima en el departamento de La Paz y Sacaba en el departamento de Cochabamba) fue de 24.178 toneladas métricas en 2018. El 90% de la hoja de coca comercializada legalmente se efectuó en Villa Fátima, mientras el restante 10% se realizó en Sacaba. En 2018, el precio promedio ponderado de la hoja de coca en estos mercados autorizados fue de 12,5 dólares por kilo.
Recomendaciones de la UNODC
El representante de la UNODC en Bolivia, Thierry Rostan, también destacó algunas recomendaciones para mejorar el control de los cultivos de coca, entre las que se encuentran:
1) Concluir con la delimitación geográfica de Zonas Autorizadas para la producción de hoja de coca, según lo mencionado en la Ley General de la Coca (Ley 906) y su Reglamento, para evitar la expansión del cultivo de coca.
2) Incrementar las medidas de control para evitar la expansión de los cultivos de coca a Zonas No Autorizadas como las circundantes a los límites de la provincia Ayopaya del departamento de Cochabamba y las provincias Sud Yungas e Inquisivi en el departamento de La Paz.
3) Continuar fortaleciendo los procesos de racionalización/erradicación, control social y la mitigación de impactos, promoviendo el desarrollo integral en las zonas productoras de coca, para evitar la expansión de la producción excedentaria de cultivos de coca.