Carvajal, es exreligiosa católica, ha estado en el centro del escenario político debido a su clara postura contra el gobierno de Evo Morales y en defensa de los derechos humanos.
La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), Amparo Carvajal, señala que se nace para esperar inevitablemente la muerte. Que esa es la realidad de todos los animales, incluido los seres humanos, que son los animales más perfectos.
“Cuando nacen prematuramente o en condiciones desfavorables, la muerte les siega la vida antes y, a otros, les llega tarde: pero la realidad es la misma: que se nace para morir”, agrega.
Amparo Carvajal tuvo 13 hermanos, siendo ella la número nueve. Señala que sus padres eran de tradición católica y que tuvieron a su primer hijo cuando su madre tenía 25 y su padre 35 años. Añade que perteneció a la orden Mercedarias Misioneras de Bérriz y que llegó a Bolivia en 1971, cuando se establecía el gobierno de facto de Hugo Banzer Suárez.
Carvajal, es exreligiosa católica, ha estado en el centro del escenario político debido a su clara postura contra el gobierno de Evo Morales y en defensa de los derechos humanos.
Carvajal indica que la vida es una realidad que cada uno vive, “una realidad pequeña dentro de un universo enorme. Porque la vida puede ser un sueño, un despertar, un vivir, pero también es morir”.
Así también Carvajal menciona que los DDHH son una consigna, un llamamiento a respetar los derechos de los demás, incluso las de los animales. Sin embargo, señala que los tiempos han cambiado y que lamentablemente han perdido su significado.
“En estos tiempos el hombre ha sobrepasado sus límites: ha violado los derechos de los propios humanos, ha violentado los derechos de los animales porque, el derecho humano, o de cualquier especie, termina cuando se viola los derechos de otros”, afirma.
Carvajal recuerda que ayudó a fundar la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en el año 1976; que, en ese entonces se vivía una dictadura férrea en Bolivia, la de Hugo Banzer (1971-1978). “En condiciones de dictaduras es cuando no existen los derechos”, indica.
Pero agregó que, tras la recuperación de la democracia, y especialmente en estos últimos años, la violación a los derechos humanos y políticos y el cambio de las reglas de juego, han sido muy evidentes y perniciosos. “La democracia está en peligro”, dice.