Durante el Día Nacional del Girasol, los productores destacaron que durante los últimos cinco años Bolivia exportó más de 640 millones de dólares en productos derivados de esta oleaginosa.
Panorama|18|07|25|
El girasol reafirma su importancia para la economía nacional, al consolidarse como una de las principales cadenas productivas agrícolas con valor agregado y capacidad de exportación. Así lo destacaron este viernes los productores, técnicos y representantes del sector agropecuario durante el Día Nacional del Girasol, que llevó a cabo la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) en la comunidad Florida del municipio de San Julián.
Durante la campaña de invierno 2025, fueron sembradas cerca de 170.000 hectáreas de girasol, la mayor superficie registrada en la última década. Se estima que esto dará como resultado una producción de 180.000 toneladas métricas, que representan un potencial exportador superior a los 120 millones de dólares en derivados industriales.
“El girasol es un ejemplo de cómo nuestra producción agrícola puede apostar por el valor agregado, la diversificación y la sostenibilidad”, aseveró el vicepresidente de Anapo, Gary Farrell. En los últimos cinco años, este cultivo ha generado más de 640 millones de dólares en exportaciones, “esto lo convierte en uno de los pilares no tradicionales de la economía”.
Hoy, más del 90% de la producción nacional de esta oleaginosa se exporta en forma de aceite y torta; así se consolida como una cadena agrícola con transformación industrial significativa. Los principales destinos de exportación son Ecuador (48%), Colombia (32%), Perú (12%) y Chile (3%).
El año pasado, el girasol se ubicó como el cuarto rubro de exportación no tradicional de Bolivia, con ventas externas por 123 millones de dólares, después de la soya, la joyería y la castaña. Además, el país ocupa el puesto 11 de los mayores productores de girasol del mundo y es el segundo en Sudamérica, después de Argentina.
Un día para impulsar su producción
“El girasol, al ser un cultivo de rotación, demuestra que es posible producir cuidando el medioambiente y generando desarrollo económico. Es un cultivo con futuro, que responde a las demandas internacionales y aporta con hechos a la economía del país”, resaltó Farrell.
En el evento, que reunió a agricultores y técnicos en parcelas demostrativas y stands de información técnica, se resaltó que el girasol es un cultivo de rotación eficiente y sostenible. También se presentaron paquetes tecnológicos para el control de plagas y malezas, bioinsumos y semillas adaptadas a condiciones climáticas adversas. Estas tecnologías refuerzan el potencial del girasol para integrarse a esquemas de producción más eficientes, resilientes y sostenibles.