Hay hechos que no suceden (con frecuencia) en otras partes del mundo, sino sólo en el Estado Plurinacional.
¿Cuáles? Ejemplos:
· Directores de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN), cuya misión es luchar contra los narcotraficantes, son parte de la banda de los “narcos”.
· Jefes de la Dirección de Prevención y Robo de Vehículos (Diprove), cuya misión es evitar el robo de vehículos, son ladrones de autos.
· El viceministro de Defensa Social, cuya misión es destruir fábricas de cocaína, es acusado por un policía antidroga de encubrir fábricas de cocaína.
· Policías de la fuerza antidroga, cuya misión es incautar droga y destruirla, “voltean” 800 kilos de 1.200 y sólo entregan 400 kilos.
· Policías de la fuerza antidroga, cuya misión es incautarse equipos a los narcos, dejan robar a los narcotraficantes un narco-helicóptero.
· Militares bolivianos de la fuerza de tarea conjunto anti- contrabando, cuya misión es evitar el contrabando, son sentenciados en Chile por contrabandistas y robo de vehículos.
· Aduaneros, cuya misión es evitar el contrabando, son sentenciados en Chile por el delito de contrabando y el (anterior) gobierno del Estado Plurinacional los condecora.
Son hechos que pasan (con frecuencia) sólo en el Estado Plurinacional. ¿Por qué? Porque la moral pública es el resultado de la moral de la nueva clase gobernante/dominante, respondería Stuart Mill. El sentimiento de superioridad de este grupo sociopolítico que controla el Estado desde hace 15 años ha influido de manera determinante entre sus simpatizantes.
Es posible que ante esta aseveración la clase dominante responda que la moral pública boliviana siempre ha sido así de decadente. Si siempre fue así, ¿qué sentido ha tenido “el proceso de cambio”? ¿Acaso el objetivo de “la revolución democrática y cultural” no era desechar la moral decadente de los neoliberales corruptos y poner en práctica la moral (aristotélica) del “vivir bien”? En conclusión, fracasó la “revolución”.
Las bases repiten lo que sus líderes dicen. Las bases reproducen lo que la clase dominante hace. Si el jefe alardea de haber aprobado el curso en la escuela gracias a que su papá regaló un cordero al profesor, sus bases dan por bien hecho aprobar la escuela con trampa y sin saber nada. Entonces, la educación no es liberadora.
Los fanáticos amplifican los discursos de sus ídolos. Los devotos cosechan los antivalores cultivados por sus dioses terrenales.
Por eso, hay hechos que sólo pasan en el Estado Plurinacional. ¿Cuáles? Ejemplos:
· Fiscales y jueces juzgan un hecho que nunca sucedió: “golpe”; pero no juzgan un hecho que sí sucedió: fraude.
· Juzgan a la persona que cumplió la Constitución, pero no a la que violó la Constitución las veces que quiso.
· Gobernantes descalifican a los jóvenes que salieron a las calles a defender la democracia para evitar que un tirano se eternice; pero veneran al tirano que quiso acabar con la democracia para eternizarse en un sistema totalitario.
· Procesan a los que contradijeron la falacia de que la reelección indefinida es un derecho humano, pero no a los autores de esa falacia.
· Persiguen a la gente que pide cumplir la ley, pero no a los magistrados que la violan y hacen desaparecer sentencias.
· Anatematizan a los defensores de los derechos humanos, pero aplauden al que sostiene que los derechos políticos no son derechos humanos.
· Juzgan a los que piden respeto al voto del pueblo, pero idolatran al jefe político y a los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que se burlan del voto del pueblo emitido en un referendo.
¿Por qué estos hechos pasan sólo en el Estado Plurinacional? Porque la nueva clase dominante hizo creer con habilidad que sus intereses particulares son intereses de todos a tal punto que hoy hay millones de personas que creen que la coca es sagrada sin darse cuenta que no les beneficia en absoluto esa hoja.
La nueva clase dominante hizo creer que sus objetivos personales son objetivos de los bolivianos a tal punto que la soberanía territorial es entendida como el control de un territorio donde gobierna el narcotráfico, el contrabando y otras actividades ilegales.
Los jefes de la clase dominante hicieron creer que su lema: “patria o muerte” era de todos a tal punto que sus seguidores murieron, pero aquellos huyeron de la patria.
Sin embargo, hay un movimiento en las placas sociales. Entre sus propios simpatizantes hay un hastío de la degeneración moral. ¿Por qué? Porque los hechos que sólo pasan en el Estado Plurinacional genera aversión debido a que la clase dominante ha comenzado a perder preponderancia. Sus acciones ya son impopulares. Y su aire de superioridad “moral” es un espejo donde los seguidores se miran y no les gusta su imagen.
Andrés Gómez es periodista