Fábrica de botellas, a 100 kilómetros de Sucre

El 25 de mayo pasado el presidente Evo Morales inauguró una fábrica de botellas de vidrio en el municipio de Zudáñez, que está a 105 kilómetros de la capital. El mercado para este producto está lejos, en las ciudades del eje. Son las cosas que hace este Gobierno porque alguien gestiona y presiona sin hacer estudios de prefactibilidad, ni nada. Ese alguien se llama Nélida Sifuentes, exsenadora, y actual ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural. Es una mujer importante de la gestión del MAS.

La instalación comenzó en 2015 e inaugurarse en 2018; se abrió hace poco con un retraso de hace un año. Lo más importante de una fábrica es el horno y después de prenderlo no se lo debe apagar. No sabemos a quién los compraron, si hubo licitación y sólo se conoce que vino de Europa. Tampoco sabemos quién hizo el diseño de la fábrica, cadena de producción, o licitación así que se desconoce si es cara.

Se gastaron 57 millones de dólares en esa fábrica. Se desconoce cómo Nélida Sifuentes contrató al proveedor, o si la obra era necesaria para Chuquisaca. Lo que sí se sabe es que es una empresa uruguaya la que fue la encargada de montar la fábrica. Esta firma está especializada en este tipo de proyectos y por ser uruguaya, en la inauguración de la planta apareció el expresidente de ese país Pepe Mujica en la que habló de la industrialización del país.

El tipo de arena que va a requerir está a cuatro kilómetros de la planta, tendrán un gran problema para obtener el carbonato de sodio que viene de Argentina. La planta se instaló donde no hay gas natural ni tuberías. Como no hay gas, va a funcionar con gas licuado y energía eléctrica. Y eso encarece los costos.

El MAS hizo la planta lejos de la provisión de energía, sin garantía de la materia prima. ¿Y quién comprará las botellas? Dijeron que la Cervecería Boliviana Nacional lo haría, pero esta empresa no tiene una planta en Sucre.

Me imagino el rostro del gerente de CBN cuando llegó Nélida Sifuentes para informarle que construirán una fábrica de botellas y que deben comprarle el producto. ¿Usted cree que le va a poder rechazar? Imposible decirle que no. Lo mismo sucede con la Coca Cola.

Sin embargo, el gerente de la flamante fábrica –que no produjo hasta ni una botella– dijo que va a bajar el precio a 1,8 bolivianos por botella. Con ese precio no sé si la planta pagará sus costos de producción, pero va a reventar a la empresa privada. Hay otra fábrica en Cochabamba, que se llama Vidriolux, que trabaja y abastece el mercado de botellas de vidrio y las vende a 2,2 bolivianos.

La demanda es de 43 mil toneladas de botellas al año y se estima que la planta de Chuquisaca va a producir el 90% de la demanda nacional. Si funciona, adiós empresa privada.

Para este año tienen estimados ingresos por 18 millones de dólares, el segundo año va a subir y el tercer año va a alcanzar 25 millones de dólares. Las estimaciones de ingresos son fabulosas; dijeron que la planta de Bulo Bulo –por ejemplo– llegaría a ganar 200 millones de dólares al año, pero no llega ni a 80.

Todas las empresas de Evo empiezan con gran fiesta y después son siempre un desastre. Acá se avecina un desastre porque no sabemos si consigan en sus costos el carbonato de sodio, el mercado está lejos y no se tomó en cuenta el costo de transporte.

Son estos elementos que avizoran que la fábrica puede quebrar en cualquier momento; un capricho de Nélida Sifuentes hecho realidad.

¿Quién es el gerente? Es Óscar Sandy, el que dirigió Insumos Bolivia, viceministro de Comercio que no duró ni un año. Los panaderos lo denunciaron y no entró preso por sus influencias. El dirigente Dandy Mallea lo denunció por enriquecimiento ilícito y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) lo investigó y dijo que había un incremento patrimonial desproporcionado y le llegó la mala hora; en abril de 2016 salió del Ministerio. Y reapareció ahora.

Tomado del programa Cabildeo

Amalia Pando dirige el programa Cabildeo, que se emite por internet