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26/09/2018

El Vice y la matemática envolvente

El Vice tiene una fijación morbosa con sus propias capacidades intelectuales. Cuando experimentó como terrorista en el EGTK se hizo llamar "El Qhananchiri" (el que sabe más) y con ese alias firmó sus publicaciones.
Luego estudió la carrera de matemáticas en México y venciendo menos del 50% de las materias, se "sintió" ya titulado y se presentó públicamente como licenciado. Y cuando empezó su carrera política, forzando las matemáticas, anunció que había leído 25.000 libros, sin calcular que para llegar a esa monumental cifra no alcanza una vida. 

Él es así. Le gustan las maniobras verbales y cada declaración pública que hace revela mucho de su personalidad, sus ademanes displicentes, sus célebres frases de superioridad intelectual y, claro, sus interesantes cálculos matemáticos.

La psicología dice que las personas con delirio de grandeza suelen mofarse constantemente en público y convierten cualquier conversación en una oportunidad perfecta para hablar de sí mismos. Por lo general, señalan los especialistas, se trata de un libreto bien elaborado y apoyado en ideas exageradas de los propios puntos fuertes para ocultar la inseguridad que sienten. Las personas con complejo de superioridad creen que todo el mundo les tiene envidia y que ese es el motivo principal de la crítica hacia a ellos.

Hace poco, en la inauguración de una unidad educativa en la localidad de Mineros, en Santa Cruz, cuando el Vicepresidente hablaba sobre las reservas de gas, dio un ejemplo sobre un ingenio azucarero y dijo: “dicen que ahí abajo, esos lagos de gas equivalen a 90 mil millones de dólares. ¿Qué es 90 mil?, el ingenio azucarero Unagro vale aproximadamente 300 millones de dólares. Mil millones, tres ingenios. Multipliquen 90 por 3, son 180. 180 ingenios azucareros están guardados ahí abajo”. 

Luego de esa irrisoria operación matemática, las redes explotaron (y con razón); el temible cerebro del Vice se había equivocado olímpicamente. Como decíamos, él es bastante benevolente consigo mismo; se considera un intelectual muchísimo mejor que el resto de la humanidad. De ese modo, el Vice se ha vuelto todo un personaje, un reconocido protomatemático que ejerce la retórica política haciendo ampulosas y fallidas operaciones aritméticas. Es, en definitiva, una fuente inagotable de memes.

Pero si vemos más allá de la broma, la criticada multiplicación "90 x 3 = 180", es mucho más grave de lo que parece. Es que el Vice se equivoca incluso en la operación, en el planteamiento. Debía dividir en vez de multiplicar y cuando multiplica lo hace mal. Quiso mostrar cuántos ingenios azucareros había en 90 mil millones siendo que el ingenio Guabirá cuesta 300 millones, y esa operación es una división, no una multiplicación. Totalmente absurdo.

Luego de sus célebres frases: "empate técnico", "tengo 70 mil millones neuronas" y "le temen a mi cerebro", las declaraciones del Vicepresidente ya no generan un interés serio, el efecto que causan es más bien la burla, pero también la indignación, como cuando dijo públicamente que la intangibilidad del TIPNIS significaba que no se podía sacar ni una hoja. ¿Puede haber alguien más manipulador? ¿Puede existir alguien menos creíble? Lo cierto es que el Vice pasará a la historia boliviana como muchas cosas, pero fundamentalmente como un gran impostor.

Paola Cortes es abogada.



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