El juicio al “Chapo” Guzmán y sus evidencias

Saltaron algunos datos en el juicio de Joaquín “Chapo” Guzmán, una historia de narcotráfico que lamentablemente nos involucra porque una parte de los sectores sociales y la economía está comprometida con este circuito del narcotráfico.La acusación en EEUU contra este acusado de narcotráfico fue sustentada en una documentación voluminosa.

Son miles de documentos y sólo las escuchas telefónicas son 117 mil. Antes de comenzar el juicio la Fiscalía presentó 14 mil páginas que son documentos acusatorios contra el Chapo. El instrumento más útil son los testigos. Echaron mano de narcotraficantes que están en las cárceles de EEUU y exmiembros del cártel de Jalisco y dieron testimonio de la actividad criminal del Chapo.

La defensa tiene un abogado muy hábil quien dijo que los testigos fueron quienes introdujeron más droga y que sólo buscan reducir sus penas, que sus declaraciones no tienen validez y que el Chapo no es el líder sino otra persona que nunca fue detenido por la Policía. El supuesto capo del narcotráfico esta hace 40 años en el negocio pero mantiene un perfil bajo y se mueve en la misma organización, es discreto y con respaldo en la caridad social.

Se presentaron como testigos los crueles y despiadados miembros del Cartel de Jalisco. Un tema que salta, después de los asesinatos, son los sobornos. En las pasadas horas, Alex Sifuentes dijo que quien fue vicepresidente de Colombia recibió sobornos para proteger a su familia.

En nuestro país recordemos el caso del general Sanabria, que cayó detenido no por acción de la Policía Boliviana. Era jefe de inteligencia del ministerio de Gobierno pero dio protección en nuestro país, se dijo que trabajaba solo, detuvieron a otros policías y los liberaron. El Gobierno no quiso investigar a quien le daba protección otro general como Óscar Nina. Queda claro que el narcotráfico trabaja con la policía.

De este proceso contra el Chapo salió que el cártel de Sinaloa tiene que ver con el control territorial del negocio.

El cartel de Jalisco, nueva generación, son 18 hermanos quienes dejaron atrás la conducción del padre y ahora lavan dinero invirtiendo en supermercados y otros negocios. Para ello necesitan jóvenes que hagan estudios para evaluar la rentabilidad y el Gobierno de México dijo que éste cartel es el más importante de su país.

La efebrina es la materia prima para la metanfetamina que se exporta a EEUU. Esta droga fue prohibida en México pero permitida en Argentina. Por ello se produjo un triple asesinato, uno de ellos a quien había dado aportes a la campaña de Cristina Kirchner y cuando cae resulta que en una entrevista dijo que el autor intelectual fue Aníbal Fernández, mano derecha de la presidenta. Se produjo un escándalo por los altos volúmenes de importación de esta efebrina.

Esa fue una de las actividades del cartel de Jalisco. Uno de sus hermanos José Pérez Valencia radicó dos años en Santa Cruz y obtuvo papeles bolivianos por colaboración de la Policía o de otras autoridades. Tuvo protección, encubrimiento y cuando fue a Brasil, la Policía de este país no tardó ni un día en detenerlo. Ahora está en proceso de extradición a EEUU.

En Bolivia se dijo que compró un equipo de fútbol en Santa Cruz, el palo blanco fue detenido en noviembre y liberado en diciembre de ese año. Uno de los 18 hermanos vivió en Santa Cruz sin que nadie lo molestara.

No le hablo de que cayó tal militante del MAS; estoy hablando del cartel de Jalisco, que radicó en Santa Cruz, que compró un equipo de fútbol y que el comandante de inteligencia trabajaba para los narcos y nada de ello se investigó. El Gobierno lo único que dice es que los cárteles no operan en el país. El riesgo son los ríos de sangre que deja el narcotráfico.

La legalización de la hoja de coca del Chapare garantiza que los narcotraficantes que controlan el mercado internacional que va a Argentina y desde ahí a Barcelona y Canadá, están en nuestro país.

Tomado del programa Cabildeo

Amalia Pando dirige el programa Cabildeo, que se emite por internet