Comienzo con líneas escritas por el propio Marcelo Claure, en un tuit de noviembre de 2024: “He encargado la encuesta más completa jamás realizada sobre Bolivia. Esta encuesta nos mostrará cómo se sienten los bolivianos respecto a los temas críticos que enfrentamos como nación…”.
Bueno, pues debo confesar que luego de este anuncio imaginé un movimiento parecido a un minicenso, lo que luego me decepcionó. Los resultados dijeron lo que sabemos: que la vida es difícil para la mayoría de los nuestros, que la gran mayoría no quiere a Arce; y que las principales preocupaciones son la corrupción, el costo de vida, la falta de combustibles, la pobreza y la falta de empleos. Claure termina su tuit manifestando: “Es claro: nuestros políticos nos están fallando, y como resultado, los bolivianos están sufriendo económicamente”. Lo que también escuchas en un taxi.
Me declaro un fanático de las encuestas y sé que este tipo de preguntas siempre tienen (están) que estar en los cuestionarios. Pero me decepcionó que no exista un documento, sólo escuetos tuits y un párrafo bien escondido, donde Claure explica la metodología usada: “Se recopilaron respuestas de 2.000 adultos bolivianos mayores de 18 años en 100 ciudades y poblados, con un margen de error de +/- 2.2%”, decía.
Pues cualquier especialista sabe que esa muestra, en el mejor de los casos, es solo un sondeo, y no puede ser considerada estadísticamente confiable para los resultados departamentales o locales. Precisamente no indica, por ejemplo, cuáles son los errores por estrato (¿ciudad, municipio?). Con ese tamaño de muestra, el error regional puede trepar a más de un 10%. Por ello creo que es muy osado hablar de tendencias en ciudades, por ejemplo.
Por lo que investigué, Marcelo Claure vivió su adolescencia y bachillerato acá. Sus estudios universitarios los hizo en EEUU, no conoce la realidad del sistema y calidad de nuestras universidades. Trabajó unos años en Bolivia y está como 30 haciéndolo fuera del país, tiene sus casas y familia en el extranjero. Empresario extremadamente inteligente para lograr la gran riqueza que logró, con inversiones demasiado marginales (casi nulas) en Bolivia, será parte de su inteligencia, dirán algunos.
Lo cierto es que Claure no conoce Bolivia, nunca se ha enfrentado como emprendedor a la burocracia y a funcionarios de Impuestos, de Derechos Reales, del Ministerio de Trabajo, de Aduana, de alcaldías. Menos le han “nacionalizado” alguna de sus empresas o le bloquearon sus productos en la carretera.
Entrevistarse con precandidatos, como lo ha hecho, tampoco me pareció la mejor forma de conocer Bolivia, pues son opiniones, obviamente, interesadas. Comenzó por los candidatos que no tienen ninguna oportunidad de ganar y sólo serán funcionales al MAS, dividiendo el voto, pero les lanzó flores de todo tipo.
Siguió con Manfred Reyes Villa, a quién halagó su exitosa gestión de Cochabamba; en eso sí estoy de acuerdo, creo que lo mejor que le podría pasar a esa ciudad y a Bolivia es que sea alcalde de esa hermosa urbe cinco años más. Porque está claro que administrar una ciudad es totalmente diferente a un país; será por eso que el día de su presentación hubo dos horas música y 12 minutos de un discurso que parecía improvisado.
Luego, otra señal de que Claure no vivió, menos sufrió acá los últimos 20 años, fue señalar que Andrónico Rodríguez, el presidente de la peor Cámara de Senadores de nuestra historia, representa una “esperanza de renovación dentro del MAS”. Es decir, ¿debemos darle otra oportunidad a un partido que desperdició la mejor oportunidad de nuestra historia, con despilfarro, gastos e inversión insulsa, compra de voluntades y corrupción? Bueno, si es así, Marcelo nombró al heredero.
Como cuando te guardas el mejor bocado de tu comida, Claure publicó lo siguiente hace unos días: “Para finalizar mis planes de reunirme con la mayoría de las figuras políticas de Bolivia, anoche y hoy conversé con @SDoriaMedina y @tutoquiroga, para comprender su alianza y sus planes”.
No sé si lo hizo con un propósito, pero si así fue, yo también creo que son los únicos dos candidatos que pelearán contra el MAS (y contra Manfred, que mostró sus inclinaciones masistas).
¿Que pienso de Tuto?, primero que debe ser uno de los políticos más inteligentes de estos tiempos, pero debo decir que nunca confío en quien habla de sí mismo todo el tiempo. Otra cosa, que ya de a poco me fue cansando su mismo discurso: Venezuela, Chávez, Maduro, Nicaragua, Evo y los números que los repite hasta el cansancio. Él hizo de su profesión, la política, no vivió de otra cosa durante 40 años. Y lo malo de estas personas es que creen que tienen la solución y sólo piensan en el Estado, por eso su propuesta se basa aún en los recursos naturales.
Esa puede ser la diferencia con Samuel, que como todos sabemos, no hizo de la política su profesión, es un empresario, un emprendedor y profesa ahora el emprendedurismo, que además es ponderable porque todas sus inversiones están aquí, igual que su familia.
Digo esto, porque debemos terminar de pensar que un político o un gran economista será el salvador o el dueño del plan que salvará esta situación. Son los empresarios, los emprendendores, ellos saben cómo generar valor agregado. Las empresas públicas sólo saben cómo generar déficit y empleo supernumerario.
Consejo a Marcelo Claure: Ahora, habla con la gente, con el emprendedor y el empresario que vive el día a día, aquí donde vivías hace como tres décadas.
Julio Linares C. es economista.