Los recientes bombardeos de Estados Unidos sobre instalaciones nucleares iraníes no lograron destruir los elementos clave del programa atómico de Teherán y, según un análisis preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), solo habrían retrasado su avance por unos meses
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Los recientes bombardeos de Estados Unidos sobre instalaciones nucleares iraníes no lograron destruir los elementos clave del programa atómico de Teherán y, según un análisis preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), solo habrían retrasado su avance por unos meses, revelaron a CNN cuatro fuentes con conocimiento directo del tema.
La evaluación de daños, basada en reportes del Comando Central de EE.UU., aún está en desarrollo y podría cambiar con nueva información. Sin embargo, sus conclusiones iniciales desmienten las declaraciones del expresidente Donald Trump y del secretario de Defensa, Pete Hegseth, quienes afirmaron públicamente que las ambiciones nucleares de Irán fueron “totalmente destruidas”.
La Casa Blanca, a través de su vocera Karoline Leavitt, desestimó el informe y acusó una filtración “malintencionada” de material clasificado con el objetivo de desacreditar la operación militar y al presidente. “Cuando se lanzan catorce bombas de 13.600 kilos, el resultado es aniquilación total”, dijo Leavitt a CNN.
Fuentes familiarizadas con la evaluación indicaron que las bombas antibúnker lanzadas por bombarderos B-2 impactaron principalmente en las estructuras superficiales de los complejos de Fordow, Natanz e Isfahán. Las centrifugadoras y el uranio altamente enriquecido, alojados en zonas subterráneas reforzadas, habrían quedado intactos. En el caso de Isfahán, EE.UU. optó por misiles Tomahawk en lugar de bombas antibúnker, considerando la mayor profundidad de sus instalaciones.
Además, funcionarios de inteligencia creen que Irán mantiene sitios nucleares secretos que no fueron alcanzados durante la operación.
Postergan sesiones informativas
La controversia se intensificó con la cancelación de las sesiones clasificadas del Senado y la Cámara de Representantes, en las que se esperaba discutir los detalles de la operación. El congresista Pat Ryan acusó a Trump de ocultar la verdad: “Su equipo sabe que no puede respaldar sus bravuconadas”, escribió en X.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, fue más cauteloso y sostuvo que es “demasiado pronto” para determinar el impacto real sobre las capacidades nucleares iraníes. Mientras tanto, Estados Unidos sigue recolectando información, incluyendo inteligencia sobre posibles instalaciones no declaradas.
Aunque la operación fue calificada como “un éxito” por las autoridades militares, la posibilidad de que Irán retome su programa en breve sigue latente, manteniendo la tensión geopolítica en una región ya convulsionada.
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