Brújula Digital|EFE|22|06|25|
La Administración de Donald Trump negó este domingo estar en guerra con Irán tras el histórico bombardeo estadounidense de anoche contra instalaciones nucleares iraníes, mientras la República Islámica advirtió de “consecuencias duraderas”.
"No estamos en guerra con Irán. Estamos en guerra con su programa nuclear. Y estamos increíblemente agradecidos y orgullosos de los pilotos de la Fuerza Aérea que hicieron un trabajo increíble anoche", declaró el vicepresidente, JD Vance, en una entrevista con la cadena NBC.
Vance añadió que Estados Unidos no tiene “ningún interés en desplegar tropas sobre el terreno”, aunque también advirtió que Teherán enfrentará “una fuerza abrumadora” si decide responder con ataques contra objetivos estadounidenses.
En la misma línea, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró en rueda de prensa que el operativo no perseguía un “cambio de régimen” en Teherán ni atacó a la población civil, sino que tenía como único objetivo debilitar la capacidad nuclear del país.
Sigue la evaluación de daños
Estados Unidos entró directamente en el conflicto entre Israel e Irán al lanzar la noche del sábado la operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), con la que bombardeó las instalaciones nucleares de Isfahán, Natanz y Fordó.
La operación, aprobada por el presidente Trump apenas minutos antes de su ejecución, incluyó el uso de 75 bombas y misiles, y desplegó 125 aeronaves, entre ellas siete sofisticados bombarderos B-2, que tomaron por sorpresa a Teherán y lograron evadir sus defensas aéreas.
El ataque se produce tras el fracaso de las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán. Según el Pentágono, se alcanzaron todos los objetivos previstos, aunque todavía sigue la evaluación de daños y es pronto para saber si el programa nuclear iraní ha sido desmantelado.
Según las autoridades iraníes, ninguno de los heridos en los bombardeos presentan contaminación radiactiva, aunque no se han proporcionado detalles del número de víctimas.
¿Habrá represalias?
Irán convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para este mismo domingo y acusó a Estados Unidos de haber iniciado una “guerra peligrosa”.
El ministro de Exteriores, Abás Araqchí, advirtió que el ataque “tendrá consecuencias duraderas” y aseguró que su país se reserva “todas las opciones” para responder.
Estados Unidos mantiene miles de soldados desplegados en bases militares por todo Oriente Medio, posibles blancos de represalias.
La Guardia Revolucionaria iraní advirtió que responderá con acciones que “escapan a la comprensión y a los cálculos ilusorios del frente agresor”, y prometió “duras repercusiones”.
El Parlamento iraní exigió además el cierre del estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del crudo mundial transportado por mar, aunque la decisión final depende del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Israel intensifica sus ataques
Los bombardeos de Estados Unidos se unen a los que Israel realiza desde el viernes 13 de junio en Irán, a los que el Gobierno iraní ha respondido con el lanzamiento de varias oleadas de misiles hacia Israel.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, felicitó a Trump por su “audaz decisión” de atacar las bases nucleares y afirmó: “Trump y yo solemos decir que la paz se logra con la fuerza”.
En este nuevo escenario del conflicto, el Ejército israelí informó este domingo de una nueva oleada de ataques aéreos contra infraestructuras militares iraníes, incluyendo, por primera vez, objetivos en las afueras de la ciudad de Yazd.
Irán, por su parte, aseguró que su operación de represalia contra Israel “continuará de manera precisa, decidida y feroz”.
Condena internacional y llamados a la diplomacia
Mientras Israel respaldó sin reservas el ataque estadounidense, la Comisión Europea pidió contención, diplomacia y un retorno inmediato a la mesa de negociaciones.
Varios gobiernos árabes y latinoamericanos, así como Rusia y China, condenaron la ofensiva militar y la calificaron de “agresión”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó estar “gravemente alarmado” y recordó que “no hay solución militar” que sustituya a la diplomacia.
En contraste, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, afirmó que “el mundo hoy es más seguro”. “Muchos de estos países que nos condenan públicamente, en privado reconocen que esta acción era necesaria”, aseguró.
BD/RED