Pocos esperaban que Hamás enfrentara el desafío interno más visible a su autoridad desde que tomó el control de la Franja de Gaza en 2007: la gente a la que dice representar.
Brújula Digital|19|05|25|
A medida que la guerra en Gaza se acerca a su vigésimo mes, la presión sobre Hamás crece desde varios frentes, y no el menor de ellos es la creciente frustración de los palestinos comunes, que están hartos del hambre, el insomnio y la amenaza constante de los bombardeos israelíes.
Según The Wall Street Journal, Israel afirma haber comenzado a expandir su ofensiva militar en la Franja de Gaza, lo que podría desplazar a más palestinos y ocupar más territorio.
El espectro de la hambruna se intensifica tras dos meses en los que Israel ha bloqueado la entrada de ayuda humanitaria al enclave sitiado, luego del colapso de un frágil alto el fuego.
Se está planificando una distribución de ayuda respaldada por EEUU, que Israel dice que evitará que Hamás se beneficie del saqueo de alimentos y combustible destinados a civiles. Esta semana, un bombardeo israelí tuvo como objetivo a Mohammed Sinwar, el principal líder de Hamás en Gaza; si se confirma su muerte, sería un duro golpe para el grupo militante.
Pero pocos esperaban que Hamás enfrentara el desafío interno más visible a su autoridad desde que tomó el control de la Franja de Gaza en 2007: el pueblo al que dice representar.
Hamás ha gobernado con mano dura, encarcelando y matando a sus críticos o amenazándolos para que guarden silencio, dice el diario. Sin embargo, una resistencia latente y persistente ha aumentado la presión sobre el grupo, especialmente en el norte de Gaza, donde la ciudad de Beit Lahiya se ha convertido en el epicentro de protestas anti-Hamás que comenzaron en marzo.
Después de estallar en Beit Lahiya, las manifestaciones se extendieron rápidamente a otras partes de la Franja. Con cánticos de “Fuera Hamás”, grandes multitudes, muchas veces arriesgando sus vidas, han exigido el fin de la guerra y que Hamás ceda el control del enclave. Desde entonces, se han llevado a cabo protestas más pequeñas pero enérgicas, donde el miedo a Hamás parece haber desaparecido.
En redes sociales, influencers –muchos palestinos radicados en Egipto, Turquía, Europa y Estados Unidos– instan a los gazatíes a rebelarse contra Hamás y amplifican globalmente las protestas. Están llenando el vacío dejado por las amenazas militantes contra periodistas en Gaza, que han llevado a muchos reporteros a autocensurar su cobertura crítica con Hamás, dijo el jueves el Comité para la Protección de los Periodistas.
“Me considero la voz de las protestas”, dijo Hamza al-Masri, un influencer radicado en Turquía con más de 1,2 millones de seguidores en varias plataformas. “Hamás ha aterrorizado a la gente de Gaza”.
Lo que ocurre en Beit Lahiya y en redes sociales revela cómo Hamás malinterpretó el cambio de sentimientos entre muchos gazatíes. También representa una forma de desafío colectivo sin precedentes contra los militantes.
En otra entrevista del diario mencionado, Mjaimar Abusade, un profesor universitario, expresó que “el sentimiento general entre los palestinos en toda Gaza, no solo en Beit Lahiya, es que a Hamás no le importa su vida ni su sufrimiento”. Y agregó: “La sensación general es que Hamás se preocupa más por su propia supervivencia”.
En Beit Lahiya, “los palestinos han perdido muchas de sus riquezas, han perdido muchas de sus tierras cultivadas en esta ofensiva israelí”, agregó. “Por eso están alzando la voz contra Hamás”.
Un portavoz de Hamás no respondió a la solicitud de comentarios sobre el descontento.
En los últimos días, la presión sobre Hamás se ha intensificado. En la madrugada del viernes, bombardeos israelíes atacaron Beit Lahiya y el cercano campo de refugiados de Jabaliya, matando a decenas de personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
El ejército israelí no respondió a una solicitud de comentarios sobre los ataques. En un comunicado, dijo que su fuerza aérea había atacado más de 150 objetivos en toda la franja, incluidas supuestas células terroristas y estructuras militares. Más tarde, el ejército afirmó que había estado realizando ataques y movilizando tropas como parte de una ofensiva ampliada para tomar el control de partes de Gaza.
Un alto funcionario de Hamás dijo el sábado que se está llevando a cabo una nueva ronda de negociaciones en Doha para un alto el fuego con Israel. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró que Hamás volvió a la mesa de negociaciones después de que comenzara la nueva ofensiva militar.
BD/RED