A finales de 2024, los propios dirigentes del Partido Liberal daban por descontado que perderían el poder. Una victoria como la del martes pasado ni siquiera figuraba entre sus escenarios más optimistas.
Brújula Digital|Agencias|02|05|25|
Mark Carney utilizó su más reciente discurso tras las elecciones de Canadá para lanzar una advertencia directa: Donald Trump quería “quebrarnos”.
El economista y expresidente del Banco Central, que recientemente reemplazó a Justin Trudeau al frente del Partido Liberal, logró un inesperado cuarto mandato consecutivo para su fuerza política, en unas elecciones marcadas por la hostilidad proveniente del presidente estadounidense Donald Trump.
Los conservadores, que lideraban las encuestas con hasta 25 puntos de ventaja hace solo unas semanas, vieron desvanecerse esa ventaja tras las amenazas de Trump y la irrupción de Carney como nuevo líder liberal. No ha habido un caso así en la historia política reciente, dicen expertos en encuestas.
El resultado fue un golpe para los conservadores: su líder, Pierre Poilievre, considerado como un “pequeño Trump” en su país, perdió el escaño que ocupaba desde 2004. Fue castigado electoralmente debido a que se lo consideraba como un aliado de Trump, dijo el diario británico The Guardian.
Para Carney, que apenas llevaba nueve días como primer ministro interino antes de convocar elecciones anticipadas, el riesgo era altísimo. De haber perdido, habría pasado a la historia como el primer ministro más breve de Canadá. En cambio, hizo historia con su victoria.
Los resultados del martes confirmaron que los liberales no alcanzaron la mayoría absoluta y necesitarán el respaldo de otras fuerzas para gobernar. Aun así, la victoria se considera un asombroso renacer político tanto para el partido como para Carney, quien hasta hace pocos meses era un novato en la arena política.
La victoria de los liberales se atribuye a las interferencias lanzadas por Trump, quien dijo que Canadá debe integrarse a EEUU como el “Estado No 51”. Trump también lanzó una guerra comercial con Canadá, subiendo los aranceles de manera agresiva.
Con una victoria que nadie anticipaba, Carney se prepara ahora para formar gobierno y afrontar desafíos tanto internos como externos, con un mensaje claro: “Canadá se gobernará a sí misma”.
En sintonía con el eje de su campaña, Carney proclamó ante sus simpatizantes: “Trump quería quebrarnos, para que EEUU nos posea. Eso nunca, jamás sucederá”, dijo, provocando vítores entre la multitud.
Luego, adoptó un tono más serio para describir el fin del orden mundial basado en el libre comercio con Estados Unidos como líder. “Ya superamos el shock de la traición estadounidense, pero nunca olvidaremos las lecciones”, afirmó, según agencias de noticias.
Pese a la tensión binacional, Carney y Trump habrían acordado reunirse “en un futuro cercano” y que el mandatario estadounidense felicitó al nuevo primer ministro por su victoria. “Ambos coincidieron en la importancia de que Canadá y Estados Unidos trabajen juntos como naciones independientes y soberanas para su mutuo beneficio”, señaló el comunicado, dijo la agencia AFP.
Peor suerte que los conservadores corrió Jagmeet Singh, líder del progresista Nuevo Partido Democrático (NDP), quien también perdió su escaño. El NDP sufrió su peor desempeño electoral en la historia y perdió su estatus de partido oficial, aunque todavía mantendrá algunas bancas. En un emotivo discurso, Singh anunció su renuncia como líder.
Carney, en cambio, elogió a todos los líderes políticos por haber fortalecido la democracia canadiense durante la campaña. “Es hora de acabar con la división y el rencor del pasado. Todos somos canadienses, y mi gobierno trabajará para y con todos”, aseguró.
Como en las elecciones anteriores, se espera que los liberales busquen apoyo del NDP para aprobar leyes, pese a la bancada reducida de ese partido, según el diario mencionado.
A finales de 2024, los propios dirigentes del Partido Liberal daban por descontado que perderían el poder. Una victoria como la del martes pasado ni siquiera figuraba entre sus escenarios más optimistas.
“Estábamos muertos y enterrados en diciembre. Ahora vamos a formar gobierno”, dijo el exministro de Justicia David Lametti a la cadena CTV. “Hemos dado la vuelta a esto gracias a Carney”. Los analistas tomaron con humor esa declaración. “Gracias a Trump, en realidad”.
El vuelco electoral, según los expertos, fue motivado por las agresivas declaraciones de Trump, quien amenazó con convertir a Canadá y ridiculizó al entonces primer ministro Justin Trudeau, a quien llamó “gobernador”.
“El cambio en las encuestas no tiene precedentes”, aseguró David Coletto, de la firma encuestadora Abacus. “Fue un reinicio total del panorama político”, agregó según The Guardian.