Israel ha rechazado una propuesta de alto el fuego con Hezbolá, respaldada por EE.UU., mientras continúa con sus ataques aéreos en el Líbano, incluso en los suburbios del sur de Beirut.
EFE
Brújula Digital|Agencias|26|09|24|
Israel ha rechazado una propuesta de alto el fuego con Hezbolá, respaldada por EE.UU., mientras continúa con sus ataques aéreos en el Líbano, incluso en los suburbios del sur de Beirut.
A pesar de las presiones de países aliados, como Estados Unidos y Francia, que pidieron un cese inmediato de las hostilidades, Israel decidió seguir adelante con los bombardeos y ejercicios militares cercanos a la frontera con Líbano, afirma Reuters.
El gobierno de Benjamin Netanyahu se negó a aceptar una tregua y ha desvanecido las esperanzas de un fin rápido al conflicto. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, reiteró que el gobierno no planea detener los combates contra Hezbolá y continuará con la ofensiva hasta lograr lo que describió como una "victoria" completa y el retorno seguro de los residentes israelíes que han sido desplazados de sus hogares en la frontera norte, según Reuters.
Netanyahu ha indicado que su prioridad es continuar la lucha hasta que Hezbolá se rinda o se alcance una resolución militar favorable a Israel.
La negación de Israel a cesar las hostilidades ocurre en medio de intensos bombardeos, que ya han dejado más de 600 muertos en el Líbano desde que se intensificaron los ataques aéreos, siendo este el episodio más mortífero en el país desde la guerra con Israel en 2006.
La guerra, que ocurre en paralelo al conflicto en Gaza, ha encendido las alarmas en la comunidad internacional. Países como Turquía ya están preparando la posible evacuación de sus ciudadanos del Líbano debido a la inseguridad y los bombardeos incesantes.
Las tensiones en la región se han intensificado, especialmente porque Israel ha redoblado sus esfuerzos militares al lanzar ataques aéreos en la frontera entre Líbano y Siria, con el objetivo de detener el suministro de armas desde Siria a Hezbolá. Estas acciones han generado preocupación en varios países vecinos y entre los aliados de Israel, que temen una mayor expansión del conflicto.
Mientras tanto, Hezbolá ha respondido disparando misiles hacia el norte de Israel, atacando áreas como Kiryat Shmona. Aunque muchos de estos proyectiles han sido interceptados por los sistemas de defensa israelíes, el riesgo de que los ataques causen mayores daños sigue latente, reporta Reuters.
En el sur de Beirut, cientos de miles de personas han huido de sus hogares y se han refugiado en escuelas y otros edificios públicos. Las organizaciones de ayuda humanitaria están distribuyendo alimentos y medicamentos, y proporcionando ropa a los desplazados, muchos de los cuales huyeron sin tiempo para llevar pertenencias esenciales.
El conflicto en el norte se agrava justo cuando la guerra en Gaza ya ha tensado a las fuerzas israelíes. La posibilidad de una invasión terrestre en el Líbano parece cada vez más real, después de que el jefe del ejército israelí hiciera comentarios sobre la preparación de las tropas para un posible cruce de la frontera.
A medida que las hostilidades continúan, el futuro de la relación entre Israel y Líbano se vuelve más incierto. La comunidad internacional sigue pidiendo un alto el fuego, pero con el rechazo de Israel a la tregua propuesta, y la creciente respuesta militar de Hezbolá, parece que el conflicto podría extenderse mucho más tiempo de lo que inicialmente se pensaba.
BS/MS