El humo se eleva tras un ataque aéreo israelí que tuvo como objetivo una aldea libaness/EFE/ Atef Safadi
Brújula Digital|23|08|24|
Israel lanzó una intensa serie de ataques aéreos este lunes, afirmando que sus objetivos eran posiciones de Hezbolá, dejando un saldo de casi 500 muertos en lo que ha sido el día más letal en Líbano en décadas, acercando la región a una guerra generalizada.
El Ministerio de Salud de Líbano informó que entre las víctimas había 58 mujeres y 35 niños, además de otras 1,645 personas que resultaron heridas. Las carreteras del sur de Líbano estaban colapsadas de vehículos mientras los civiles escapaban hacia Beirut, y las escuelas se transformaban en refugios de emergencia para los desplazados.
Por otro lado, los aviones israelíes bombardearon cientos de objetivos a lo largo del país, incluyendo áreas del sur de Beirut, mientras el gobierno de Benjamin Netanyahu intensificaba su ofensiva contra Hezbolá en lo que denominaron la “Operación Flechas del Norte”, según reportó el diario Financial Times.
Este bombardeo desató el temor de que las hostilidades en el Medio Oriente se intensifiquen y sembró el pánico en Líbano, provocando la huida de decenas de miles de personas de las zonas atacadas. El número de fallecidos del lunes fue el más alto desde que Israel lanzó una ofensiva terrestre contra Hezbolá en 2006, a pesar de las advertencias de Estados Unidos el domingo, pidiendo al estado israelí que evitara desatar una guerra de gran escala contra el grupo apoyado por Irán.
Más tarde, el lunes, Estados Unidos reiteró su advertencia sobre el riesgo de una mayor escalada en el conflicto entre Israel y Hezbolá. “El riesgo de escalada es real”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Añadió que “una resolución diplomática es tanto necesaria como urgente”, enfatizando que el conflicto entre ambos ha durado “demasiado” y que es del interés de todos solucionarlo rápidamente de manera diplomática.
El lunes, el ejército israelí (IDF) informó haber atacado unos 1,300 objetivos de Hezbolá y prometió continuar con los bombardeos en edificios donde se cree que el grupo militante almacena armas, advirtiendo a los civiles que evacúen. “No estamos esperando a que la amenaza se materialice, la estamos anticipando”, declaró Netanyahu, quien también advirtió que se aproximan “días complejos”. “Estamos eliminando a figuras clave, terroristas y misiles... Prometí que cambiaríamos el equilibrio de poder en el norte, y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, añadió.
El gabinete israelí aprobó una “situación especial de emergencia” que permite a los militares mayor flexibilidad para imponer restricciones a la vida civil, ante la posibilidad de una fuerte respuesta de Hezbolá, según informó la agencia EFE. Durante el lunes, Israel emitió múltiples advertencias pidiendo a los civiles abandonar edificios donde Hezbolá almacenara armas, primero en el sur de Líbano y más tarde en el Valle de la Bekaa, en el este del país, áreas en las que Hezbolá ha mantenido una presencia significativa por largo tiempo.
Algunos residentes de Beirut relataron haber recibido llamadas de advertencia en sus teléfonos fijos del ejército israelí, ordenándoles abandonar las aldeas en áreas objetivo. El ministro de Salud libanés, Firas Abiad, denunció que los ataques israelíes habían alcanzado centros médicos, ambulancias y camiones de bomberos, añadiendo que dos paramédicos perdieron la vida y 16 resultaron heridos. “Incluso atacaron caravanas de desplazados, los vehículos de personas que huían hacia zonas más seguras”, señaló.
El IDF no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios. En represalia, Hezbolá declaró haber lanzado decenas de misiles hacia múltiples objetivos en el norte de Israel, entre ellos un sitio perteneciente a una empresa de defensa al norte de Haifa. La organización enfatizó que los ataques estaban dirigidos a objetivos militares “en defensa de Líbano y su pueblo”.
Asimismo, Hezbolá desmintió los informes de medios que indicaban que uno de sus comandantes principales, Ali Karaki, había sido blanco de un ataque en los suburbios del sur de Beirut, asegurando que él seguía “vivo y en buen estado”.
El lunes por la noche, la embajada de Estados Unidos en Israel emitió una advertencia de viaje, restringiendo los desplazamientos de empleados del gobierno estadounidense a ciertas áreas del norte de Israel. El comunicado indicó que cualquier viaje oficial a estas zonas deberá contar con aprobación previa y realizarse exclusivamente en vehículos blindados.
Las alarmas antiaéreas sonaron varias veces en el norte de Israel durante el día. No obstante, se registraron menos ataques con cohetes contra centros de población que el domingo, cuando Hezbolá alcanzó los suburbios de Haifa. Un ataque impactó en una vivienda privada en la aldea de Givat Avni, en Galilea, según medios israelíes. También se interceptaron cohetes en Cisjordania ocupada, según informó un consejo regional de asentamientos israelíes en la zona.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, instó a la población a prepararse para una intensificación de la respuesta militar. “Estamos profundizando nuestros ataques en Líbano, y la secuencia de operaciones continúa”, afirmó. “Nos esperan días en los que el público deberá mantener la calma y la disciplina”.
Este recrudecimiento del conflicto ha avivado los temores de que una guerra terrestre a gran escala podría estar en camino.
BD/RED