Fujimori era recordado por haber derrotado a Sendero Luminoso, que durante la década del 80 causó zozobra y pesar, causando miles de muertos, y de haber iniciado el proceso de crecimiento económico que dura hasta hoy en ese país, pero también por hechos de corrupción y graves violaciones a los derechos humanos.
EFE
Brújula Digital|Agencias|11|09|24|
El expresidente peruano Alberto Fujimori, a la vez amado y odiado por sus conciudadanos, falleció este miércoles en Lima a los 86 años, confirmaron sus hijos.
Fujimori era recordado por haber derrotado a Sendero Luminoso, que durante la década del 80 causó zozobra y pesar, causando miles de muertes, y de haber iniciado el proceso de crecimiento económico que dura hasta hoy en ese país, pero también por hechos de corrupción y graves violaciones a los derechos humanos.
“Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá”, publicó Keiko Fujimori en la red social X, en un mensaje que firmó junto a sus hermanos Hiro, Sachie y Kenji, dijo la agencia EFE.
Personas allegadas lo visitaron la mañana del miércoles e informaron que se encontraba en estado crítico.
Fujimori, hijo de inmigrantes japoneses, era el poco conocido rector de una universidad agrícola cuando se presentó a las elecciones de 1990 y obtuvo una inesperada victoria en esas elecciones contra el escritor de ese país, Mario Vargas Llosa. Rápidamente se impuso como un político astuto cuyo estilo práctico producía resultados, incluso cuando enfurecía a los críticos por concentrar el poder.
Acabó con la hiperinflación que había dejado sin trabajo a millones de peruanos, privatizó docenas de empresas estatales y redujo drásticamente los aranceles comerciales, sentando las bases para que Perú se convirtiera en una de las economías más estables de América Latina, recordó la agencia Reuters.
Bajo su mandato, el temido líder maoísta de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, fue capturado, asestando un golpe crucial a un movimiento que en la década de 1980 parecía estar a punto de derrocar al Estado peruano. Guzmán murió en prisión en septiembre de 2021.
Pero muchos peruanos veían a Fujimori como un autócrata después de que utilizara tanques militares para cerrar el Congreso en 1992, reformando la Constitución a su gusto para impulsar reformas de libre mercado y duras leyes antiterroristas.
Una serie de escándalos de corrupción durante sus 10 años de Gobierno también pusieron a la opinión pública en su contra.
Reuters agregó que poco después de ganar unas terceras elecciones en 2000 –enmendando la Constitución para presentarse–, aparecieron vídeos de su principal asesor y jefe de inteligencia, Vladimiro Montesinos, repartiendo dinero para sobornar a políticos. Fujimori huyó entonces al exilio en Japón.
Dimitió por fax desde Tokio y luego hizo campaña sin éxito por un escaño en el Senado japonés.
Montesinos fue capturado más tarde en Venezuela y encarcelado, condenado por los cientos de videos que grabó de sí mismo repartiendo sobornos en efectivo a políticos y ejecutivos de empresas y medios de comunicación.
Los casos contra Fujimori se acumularon, incluidas las acusaciones de que había ordenado el uso de escuadrones de la muerte en su batalla contra los militantes de Sendero Luminoso.
Fujimori estaba a salvo en Japón: tenía doble nacionalidad y Japón no extradita a sus ciudadanos. Así que muchos se sorprendieron cuando en 2005 decidió regresar a Perú, haciendo una parada previa en Chile. Fue detenido en ese país y extraditado a Perú en 2007; en 2009 fue declarado culpable y condenado a 25 años de prisión.
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