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Mundo | 03/06/2024   13:30

Según el New York Times, Netanyahu podría tener que decidir entre una tregua y la supervivencia de su Gobierno

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu ha sido puesto bajo presión por el anuncio del presidente Joe Biden que perfila una propuesta para una tregua. Durante meses, Netanyahu se ha negado a ofrecer un cronograma para poner fin a la guerra contra Hamas en la Franja de Gaza.

EFE

Brújula Digital|Agencias|03|06|24|

Manuela Sanchez 

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu ha sido puesto bajo presión por el anuncio del presidente Joe Biden que perfila una propuesta para una tregua. Durante meses, Netanyahu se ha negado a ofrecer un cronograma para poner fin a la guerra contra Hamas en la Franja de Gaza. 

Netanyahu, un primer ministro conservador, ha jugado durante mucho tiempo entre sus intereses personales, políticos y nacionales. Ahora parece enfrentarse a una elección entre la supervivencia de su Gobierno de línea dura y que vuelvan a su país los rehenes retenidos en Gaza, mientras trata de reducir aislamiento internacional de Israel.

El viernes el presidente Joe Biden presentó los términos de una tregua en Gaza delineados por Netanyahu y que el propio líder israelí se negaba a hacer público, recordó el New York Times.

Al mismo tiempo, Benny Gantz y Gadi Eisenkot, dos exjefes militares que se unieron al Gobierno de emergencia durante la la guerra, han amenazado con retirar el apoyo de su partido centrista Unidad Nacional hasta el 8 de junio si Netanyahu no presenta un camino claro a seguir, que se base en un alto al fuego y la liberación de los rehenes. 

Ello podría hacerle perder a Netanyahu el apoyo de los aliados conservadores y religiosos, que se oponen a una tregua; con eso podría ser forzado a renunciar por el Parlamento y que se llame a elecciones.   

La propuesta de alto el fuego de Israel revelada por EEUU involucra tres fases. Bajo el plan, grupos de rehenes serían liberados a cambio de cientos de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, un alto el fuego temporal se convertiría en una cesación permanente de hostilidades y se lanzaría un esfuerzo respaldado internacionalmente para reconstruir Gaza.

Más de 100 rehenes fueron liberados bajo un acuerdo limitado en noviembre. Se estima que 125 personas aún están retenidas por Hamas y otros grupos armados en Gaza, aunque se cree que decenas están muertas, agregó el diario neoyorquino.

El Gobierno de Netanyahu emitió dos declaraciones después del discurso de Biden. Estas no respaldaron ni negaron que la propuesta hubiera sido presentada por Israel a los mediadores. Aparentemente estuvieron diseñadas para dejar abiertas las opciones de Netanyahu.

La primera declaración decía que Netanyahu había autorizado al equipo negociador de Israel a presentar una propuesta que traería la liberación de los rehenes y “permitiría a Israel continuar la guerra hasta que se logren todos sus objetivos, incluida la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamas”.

Sin embargo, estaba notablemente ausente el objetivo declarado con frecuencia por Netanyahu de “victoria total” sobre Hamas en Gaza, un lema que Biden descartó el viernes al calificarlo como "un objetivo vago", que significaría una guerra indefinida.

Según el New York Times, el domingo, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, reafirmó que “en cualquier proceso para poner fin a esta guerra, no aceptaremos el Gobierno de Hamas”. Dijo que Israel “aislaría áreas” en Gaza, las despejaría de operativos de Hamas e “introduciría fuerzas que permitirían formar un Gobierno alternativo”, sin detallar quiénes podrían ser esas fuerzas.

Según el diario estadounidense, los oponentes de Netanyahu lo han acusado de prolongar la guerra para evitar una elección popular que haría un ajuste de cuentas público por los fracasos de inteligencia y política israelíes antes del ataque de Hamas el 7 de octubre en Israel. Ese ataque desencadenó la ofensiva militar de Israel en Gaza y la muerte y destrucción generalizadas que siguieron, con unos 36.000 palestinos muertos.

Biden reveló el acuerdo de tregua, dijo el diario, no solo como una forma de detener el derramamiento de sangre en Gaza, sino también como un camino hacia un acuerdo más amplio en Medio Oriente que podría llevar a que Israel se integre más en la región e incluya un “posible acuerdo histórico de normalización con Arabia Saudita”. Biden dijo que Israel “podría ser parte de una red de seguridad regional para contrarrestar la amenaza que representa Irán”.

El presidente estadounidense reconoció que algunas partes de la coalición de Netanyahu no estarían de acuerdo con la propuesta y preferirían seguir en guerra durante años y ocupar Gaza. Exhortó a los líderes israelíes a “apoyar este acuerdo, a pesar de cualquier presión que venga”.

Isaac Herzog, el presidente israelí, dijo el domingo que daría a Netanyahu y al Gobierno su apoyo total para un acuerdo que libere a los rehenes israelíes. Aunque el papel del presidente es mayormente ceremonial, su voz es unificadora y refleja el consenso nacional.

Después de que la oficina de Netanyahu emitiera las declaraciones sobre la propuesta de tregua, John Kirby, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., buscó disipar cualquier ambigüedad sobre sus orígenes. “Esta fue una propuesta israelí”, dijo en ABC News el domingo. “Tenemos toda la expectativa de que, si Hamas acepta la propuesta, tal como se les transmitió —una propuesta israelí—, entonces Israel diría que sí”.

Aun así, basándose en experiencias pasadas, algunos analistas israelíes seguían escépticos de que Netanyahu estuviera dispuesto a deshacerse de sus socios de coalición de extrema derecha. 

BD/MS





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