Foto de archivo de un trabajador fumigando las plantas al interior de una escuela para prevenir la proliferación del mosquito transmisor del dengue, en Brasilia. Foto: EFE
Río de Janeiro|EFE|11|04|24
Brasil, que enfrenta la peor epidemia de dengue en su historia, contabiliza en lo que va del año un récord de más de tres millones de casos de la enfermedad, con una tasa histórica de incidencia de 1.508 contagios por cada 100.000 habitantes, informó este miércoles el Ministerio de Salud.
De acuerdo con el nuevo boletín epidemiológico del ministerio, el número de casos probables llegó el martes a 3.062.181 en poco más de un tres meses pese a que el ritmo de contagio comenzó a caer o a estabilizarse en la gran mayoría de los estados del país.
El mayor país latinoamericano ya había superado a mediados de marzo el récord de casos registrado en 2023 (1,65 millones) y está próximo a doblar ese número histórico de contagios.
El Ministerio de Salud prevé que Brasil terminará este año con un nuevo récord, de cerca de 4,2 millones de casos.
El número de muertes hasta el martes (1.256) también es récord; supera las 1.094 contabilizadas en todo 2023, cuando la cifra ya había sido histórica, y es en un 19,2 % mayor al de 2022 (1.053), que era el segundo año con más víctimas.
Las muertes causadas por la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti este año casi se triplicaron frente al mismo período del año pasado (388), sin contar los 1.857 óbitos por sospecha de dengue que aún están en investigación.
Según los datos del ministerio, la tasa de incidencia de la enfermedad también alcanzó un nivel récord, de 1.508 casos por cada 100.000 habitantes, que quintuplica el límite a partir de la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) comienza a considerar la propagación como una epidemia (300 casos por cada 100.000).
Pese a ello, las cifras muestran que el avance de la enfermedad viene desacelerándose rápidamente. Según el boletín, el número de contagios cayó desde 353.883 en la undécima semana del año, cuando la epidemia alcanzó su ápice, hasta 237.913 en la decimotercera semana y hasta 112.774 en la decimocuarta semana (la primera de abril).
De los 27 estados de Brasil, en nueve hay una tendencia a la caída del número de casos, en trece hay una tendencia a la estabilidad y en solo cinco los contagios siguen subiendo, Alagoas, Bahía, Maranhao, Pernambuco y Sergipe, todos en la empobrecida región noreste del país.
Pese a la estabilización, los once estados que declararon el estado de emergencia aún no lo han levantado, incluyendo São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, los más poblados del país por ese orden.
La actual epidemia se atribuye a los efectos del fenómeno climático de El Niño, que elevó las temperaturas y aumentó las lluvias en todo el país, factores que contribuyen para la proliferación del Aedes aegypti.
En medio de la epidemia, Brasil se convirtió en febrero en el primer país del mundo en ofrecer la vacuna contra el dengue a través del sistema público de salud, aunque el bajo número de dosis a disposición ha limitado su aplicación solo a niños y adolescentes.
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