Brújula Digital|Agencias|02|04|24|
Numerosos países del mundo exigieron este martes explicaciones al Gobierno de Israel por el ataque militar con drones contra dos vehículos de trabajadores humanitarios en Gaza, que mató a siete de ellos.
Se trata de los primeros trabajadores humanitarios extranjeros asesinados en la guerra de Gaza desde el 7 de octubre, un conflicto que ya se ha cobrado más de 32.900 víctimas palestinas, la mayoría mujeres y niños, dijo la agencia EFE.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, admitió la muerte de trabajadores humanitarios y calificó el ataque de “no intencionado”.
“Lamentablemente hubo un caso trágico de nuestras fuerzas atacando involuntariamente a personas inocentes en la Franja de Gaza”, dijo Netanyahu el martes al salir de un hospital en Jerusalén después de una operación de hernia. “Sucede en la guerra. Lo investigaremos hasta el final (…), estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir”, afirmó Netanyahu según el portal de CBS.
La entidad atacada es la World Central Kitchen (WCK), fundada por el afamado chef español José Andrés, y que lleva alimentos a la población de Gaza, que debido a los ataques israelíes está al borde de una hambruna.
El Ejército israelí encargó una "investigación independiente" para aclarar los hechos.
Según el medio Haaretz, que cita a fuentes de Defensa, un dron israelí disparó tres veces contra un convoy de la entidad en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave, a pesar de que los vehículos estaban claramente marcados con el logotipo de la organización.
Un vecino de la zona le dijo a CBS que el vehículo trasero del convoy fue impactado primero. Luego, las personas del vehículo de adelante se acercaron y sacaron a un pasajero herido. Después de eso, el testigo dijo que hubo dos nuevos ataques, con el que todos murieron.
El grupo confirmó que entre los muertos hay ciudadanos de Australia, Inglaterra, Polonia y EEUU, además de un palestino.
Sin embargo, el coordinador humanitario de la ONU para los territorios palestinos, Jamie McGoldrick, afirmó que el ataque a los siete trabajadores de WCK no es un incidente aislado. “Para el 20 de marzo, al menos 196 trabajadores humanitarios habían muerto en los territorios palestinos ocupados desde octubre de 2023”, destacó McGoldrick, citado por EFE.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, identificó a una de las trabajadoras humanitarias como Zomi Frankcom, encargada de las operaciones de Asia de WCK, y pidió a Israel rendir cuentas por su muerte.
El chef José Andrés ha hecho una campaña para llevar alimentos a Gaza, pero ha encontrado muchos obstáculos de las autoridades israelíes, que impiden que los barcos contratados puedan llegar con eficiencia a la costa de Gaza, cuyos puertos y muelles además han sido destruidos por los ataques israelíes.
Aun con esas dificultades, la entidad logró llevar 37 millones de alimentos a los palestinos en los últimos meses y es la organización que más ayuda alimenticia lleva al enclave palestino. José Andrés anunció que su fundación ha suspendido sus acciones en Gaza debido a que su personal no tiene seguridad para operar.
La Media Luna Roja palestina ha recuperado los siete cuerpos, que serán evacuados a través del puesto fronterizo de Rafah, en el sur de la Franja.
Las autoridades israelíes insistieron este martes en destacar la importancia de la ONG fundada por el chef, aunque le han colocado cientos de obstáculos para que lleve alimentos a la franja. La flotilla de barcos de la WCK que llevaba 400 toneladas de alimentos a Gaza dio media vuelta en el Mediterráneo tras el ataque a los trabajadores de su entidad.
En una extensa publicación en redes sociales, José Andrés dijo que su organización había perdido varios “hermanos y hermanas en el ataque” y llamó al Gobierno de Israel a “cesar de matar civiles y trabajadores humanitarios, y dejar de usar los alimentos como arma”.
Agrego: “Estoy desconsolado y de luto por sus familias, amigos y toda nuestra familia de WCK (…), estas son personas, son ángeles con las que he trabajado en Ucrania, Gaza, Turquía, Marruecos, Bahamas, Indonesia. No son anónimos, tienen un rostro”.
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