ANÁLISIS | Ecuador y los candidatos “junior”

Brújula Digital |02|10|23|

Hernán Terrazas

La novedad no es siempre sinónimo de capacidad o, por lo menos, de habilidad para desenvolverse en el campo político con la solvencia que espera la gente. Eso fue lo que ocurrió en el último debate entre los dos candidatos, la correísta Luisa Gonzales, de Alianza País, y Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional, que dejaron más dudas que certezas a los millones de ecuatorianos que esperaban algo más de quienes aspiran a ocupar la presidencia para concluir el mandato constitucional 2021-2025 del todavía presidente, Guillermo Lasso. El que gane las elecciones gobernará por 18 meses.

Noboa, el candidato sorpresa de las elecciones del 20 de agosto de 2023, que ganó el derecho a participar en una segunda vuelta electoral merced a una campaña discreta, pero efectiva, en redes sociales y con énfasis en el votante joven, no mostró esta noche mucho más de lo que ya había compartido antes. Si alguien esperaba a un candidato con más de una sorpresa en la “galera” de su juventud –tiene 35 años– se quedó con las ganas.

Aunque en la materia de reactivación económica, el aspirante de ADN sacó a relucir su formación en universidades estadounidenses y la experiencia que tiene como administrador de las empresas que creo su padre, el industrial Álvaro Noboa y su abuelo Luis Noboa Naranjo, apenas logró ubicarse unos puntos por arriba de una débil Luisa Gonzales, en un round flojo que definitivamente hizo extrañar a “púgiles” de otras épocas, como el propio Rafael Correa e incluso el actual mandatario Guillermo Lasso.

Sobre el fenómeno de El Niño, una amenaza que se cierne más que nada sobre la costa ecuatoriana y la infraestructura caminera, Noboa lanzó propuestas más bien técnicas, mientras que Gonzales apeló a un discurso emocional. El candidato nacido muy cerca del Puerto de Guayaquil, recordó que en tiempos críticos como los del terremoto de 2016, Alianza País desvío recursos de la ayuda hacia bolsillos de actores políticos que no recibieron sanción.

En materia de seguridad, el tema número uno para los ecuatorianos, que todavía no salen del trauma que produjeron los asesinatos del alcalde de Manta, el segundo puerto en importancia del país, y del candidato a la presidencia Fernando Villavicencio, Noboa fue más específico y claro en sus propuestas y Luisa Gonzales se extravió en la intrascendencia.

En la agenda social, los analistas coincidieron en que Luisa Gonzales llevó la delantera ante un nervioso e inseguro Noboa, que incluso mostró ignorancia en algunos temas relativos a la educación.

No fue un debate como para que el ecuatoriano común se sienta en buenas manos para los próximos 18 meses. No faltó el comentarista que diga que ninguno de los aspirantes tiene la talla para dirigir el país y un conocido periodista, Andrés Carrión, arriesgó una frase lapidaria a manera de síntesis: fue un debate de candidatos “junior”.

¿Quién ganó? Para decirlo en términos boxísticos, fue una decisión dividida. Los candidatos se fueron con las mismas debilidades y fortalezas con las que llegaron, lo que deja un final abierto para los comicios del 15 de octubre.

BD/RPU