En Bolivia el Estado destina aproximadamente 1.700 millones de dólares anuales en subvencionar los hidrocarburos, lo que quiere decir que éstos se importan a precios internacionales y se venden internamente a un precio de alrededor de medio dólar por litro
Brújula Digital |01|12|23|
La ministra de Comunicación, Gabriela Alcón, ratificó que el Gobierno no levantará la subvención de combustibles “para no afectar a la población” y que la medida está garantizada en el Proyecto de Ley del Presupuesto General del Estado (PGE) 2024.
“Es una situación difícil en el contexto internacional, algunos países han tomado medidas sobre este tema. Nosotros lo habíamos dicho, las cifras de subvención son descomunales, pero las estamos manteniendo, no se va a levantar la subvención porque eso significa afectar a la población”, indicó Alcón.
En Bolivia el Estado destina aproximadamente 1.700 millones de dólares anuales en subvencionar los hidrocarburos, lo que quiere decir que éstos se importan a precios internacionales y se venden internamente a un precio de alrededor de medio dólar por litro, tanto para diésel como para gasolina. En los países vecinos el precio del litro de gasolina y diésel varía entre 1,1 y 1,9 dólares.
El Proyecto de Ley del PGE 2024 garantiza alrededor de 10.000 millones de bolivianos para la subvención de combustible, según datos del Ministerio de Economía. La cifra, según analistas, es mayor, de 11.900 millones de bolivianos anuales (los 1.700 millones de dólares mencionados).
La subvención a los hidrocarburos explica en parte el elevado déficit fiscal que el país experimenta desde hace una década y que es de alrededor del 7% del PIB.
“(La subvención) es una medida que ya se ha asumido, está prevista en nuestro presupuesto 2024 y estamos dándole solución. Sabemos que en este momento es una cifra alta, pero tenemos nuestro modelo que está planificando y programando aquello”, señaló la autoridad.
La ministra dijo sin embargo que “no podemos quedarnos con la subvención” de manera indefinida y que la salida a ese problema es la “industrialización”.
En los siguientes meses se hará la entrega de la planta de biodiésel de Santa Cruz. Además, para 2025 se prevé la entregará de la segunda planta de biodiésel en El Alto que reducirá, dicen las autoridades, la importación de ese carburante.
BD/AGT