FAN identifica a medianos y grandes ganaderos tras los incendios forestales

Brújula Digital|25|07|21|

Los grandes eventos vinculados a los incendios forestales han estado relacionados a quemas agrícolas en propiedades de medianos y grandes ganaderos, afirmó la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN). El informe coincide con la mayor demanda de carne para la exportación.

“Hasta ahora los grandes eventos de focos de calor han estado vinculados a quemas agrícolas, quemas de cordones realizados por propietarios privados, todavía no estamos viendo un escenario de comunidades que estén utilizando el fuego”, afirmó la directora de la FAN, Natalia Calderón a Brújula Digital.

La especialista señaló que los propietarios privados vinculados a los grandes eventos de calor no necesariamente, ni exclusivamente son agroindustriales -en el caso de la Chiquitanía- sino entre medianos y grandes ganaderos que tienen acceso a maquinaria para limpiar estos terrenos, crear cordones y quemar la vegetación.

“No estamos hablando de pequeñas comunidades, sino demedianos y grandes productores ganaderos, y no solo de la agroindustria”, dijo la ejecutiva de la FAN, con sede en Santa Cruz.

La FAN cuenta con el Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Riesgos de Incendios Forestales (Satrifo), que tiene la finalidad de brindar información útil y oportuna para la prevención y control de incendios forestales en Bolivia.

Las declaraciones de Calderón, se realizan en medio de la expectativa de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), ante la demanda de carne de ganado bovino boliviana por parte de Japón, Corea del Sur, y Chile, que “están tocando las puertas de Bolivia para comprar las carnes que se producen en el país”, según Alejandro Díaz Salek.

Ante la ampliación de “quemas controladas” de desmonte y quema de pastizales hasta el 31 de julio por parte de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), la especialista consideró que no son tan importantes las fechas, sino las acciones estructurales dirigidas a prevenir los incendios forestales y manejar el fuego de manera adecuada.

“No nos debería preocupar solo la fecha; hay que darle un enfoque integral que tiene que ver con prevención, con uso controlado del fuego y no solo considerar las variables climáticas a una escala local sino todas estas variables”, indicó.

En ese contexto dijo que es necesario enfocar los incendios forestales, no solo desde el control y la fiscalización, sino que hay que invertir más en la prevención y el uso del fuego.

“Se ha hecho muy poco, porque son pequeñas iniciativas de proyectos y gobiernos locales que están trabajando en quemas controladas”, señaló.

Calderón recomendó preguntarse: ¿qué más hemos hecho para que estas comunidades puedan producir?, ¿estamos dando asistencia técnica en quemas controladas?, ¿los gobiernos municipales están acompañando estos procesos?.

Según la analista, más allá de la fecha, lo que muestra el sistema de alerta temprana es que el riesgo de incendios forestales está por debajo de 2019, considerado un año histórico por la dimensión. “Tenemos condiciones no tan extremas como el 2019, aunque las heladas hicieron que se incremente más este fenómeno”, dijo.

La directora de la FAN recordó que los incendios forestales han existido desde mucho tiempo y hay demasiada información que lamentablemente no ha sido explorado sobre la recuperación y restauración del bosque chiquitano.

Hay algunas iniciativas –dijo- como las mediciones que hizo la FAN sobre sitios que fueron quemados hace cinco años para ver cómo el bosque chiquitano responde a una restauración que no requiere de la intervención humana, sino natural.

Según cifras de la ABT, las cicatrices de quema en Bolivia alcanzaron a 5,3 millones de hectáreas el año 2019, y 5 millones de hectáreas el año pasado. Esta es una superficie igual a todo el territorio de Costa Rica o superior a toda la extensión de Suiza. Un tercio de esta cicatriz de quema se realizó en bosques. Sólo en áreas protegidas se quemaron casi 1,5 millones de hectáreas.

BD JMC