El exministro de Hacienda Ronald MacLean Abaroa y los economistas Joshua Bellot y Jaime Dunn enviaron una carta a los organismos internacionales.
Brújula Digital|07|03|24
A través de una carta abierta, dirigida a los presidentes de la Corporación Andina de Fomento y de organismos multilaterales y bilaterales de financiamiento público y a la ciudadanía boliviana, el exministro de Hacienda de Bolivia Ronald MacLean Abaroa y los economistas Joshua Bellot y Jaime Dunn cuestionan la predisposición de los organismos multinacionales de crédito de continuar concediendo préstamos a Bolivia en medio de una severa crisis económica.
“Vemos con enorme y creciente preocupación y casi alarma cómo sus instituciones multilaterales e incluso gobiernos continúan ignorando la precaria y crítica situación de la economía nacional, al momento de ofrecer y/o aceptar conceder más y mayores créditos al Gobierno de Bolivia, cuya economía está inhabilitada para contraer endeudamientos adicionales de manera responsable”, se lee en parte de la carta.
Los economistas agregan que “somos los primeros en reconocer las urgentes necesidades de inversión en infraestructura física y programas de alivio humanitario, pero ante la situación sobrelimitada de endeudamiento hacemos un reclamo y solicitud para que los financiadores externos no sigan contribuyendo al ya excesivo e irresponsable nivel de endeudamiento nacional, ahondando la crisis económica y sumiendo al país en un endeudamiento conducente a la insolvencia y no cumplimiento (default) de sus futuras obligaciones crediticias”.
En las dos últimas semanas, la Cámara de Diputados ha sesionado para tratar proyectos de ley relacionados a créditos externos, en medio de bochornosos incidentes por enfrentamientos físicos y verbales y denuncia de irregularidades.
Luego de una serie de dificultades en las sesiones, que incluyó la toma de instalaciones de sectores sociales afines al Gobierno que exigían los préstamos, Diputados aprobó siete proyectos de ley de créditos por cerca de $us 800 millones, para diferentes obras. La propuesta normativa pasó a Senado.
Este martes, el presidente Luis Arce reiteró su pedido a los legisladores para que aprueben los créditos, que permitirán “satisfacer las necesidades del pueblo” y traer “desarrollo al país”.
“Irresponsable política económica”
Los firmantes de la carta, además, cuestionaron y lamentaron “la irresponsable política económica seguida por el Gobierno de Bolivia a partir de su modelo económico de ‘industrialización por sustitución de importaciones ´, décadas atrás ya desechado. Ello es ampliamente conocido y reconocido por los más destacados economistas internacionales y las propias instituciones de crédito como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo e incluso la Corporación Andina de Fomento”.
En otra parte de la misiva se lee que “la presente carta abierta a los altos ejecutivos, a quienes está dirigida, debiera ser interpretada como una objeción técnica preventiva sobre el apropiado nivel de endeudamiento y destino de dichos empréstitos y la corresponsabilidad intrínseca de quienes los otorgan”.
Más de $us 4.000 millones en créditos
El documento hace también un recuento de lo ocurrido en el país desde hace una década.
“Es de vuestro más amplio conocimiento que, desde 2014, Bolivia está experimentando crecientes déficits fiscales y un sobreendeudamiento externo e interno que sobrepasa ya el 80% del PIB”.
Agrega que el Gobierno de Luis Arce ha contraído, en tres años de gestión, “más de cuatro mil millones de dólares de crédito externo, y que, continúa solicitando en la actualidad autorización congresal para contraer otros créditos adicionales por más de setecientos millones de dólares, bajo diversos motivos y propósitos. Igualmente es de conocimiento suyo que la calificación crediticia de Bolivia ha sido degradada recientemente a CCC y que los bonos del país se cotizan con un grado de altísimo riesgo”.
Propuesta
La carta también plantea una propuesta para impulsar proyectos de infraestructura. “Tomando las previsiones del caso, ya que el dinero es fungible y el Gobierno de Bolivia no ha demostrado mayor responsabilidad ni credibilidad en los destinos de los recursos, ni en su utilización, en el caso de proyectos de infraestructura física como carreteras de uso intensivo, proponemos recurrir al financiamiento privado vía BOT (construcción, operación y transferencia, por sus siglas en inglés) otorgando esas obras en concesión, a fin de que el endeudamiento y consecuente riesgo sea de responsabilidad privada, así como su operación eficiente y posterior transferencia de la propiedad al Estado. Estimamos que en 10 o 12 años se puede cubrir el costo de la carretera con un peaje adicional mínimo y diferenciado”.
Por último, los tres economistas advierten lo que podría ocurrir con los organismos multilaterales en caso de que éstos sigan concediendo créditos al país.
“Un próximo gobierno a partir de 2025 pudiera cuestionar la lógica y la responsabilidad vuestra en facilitar mayores recursos a un país víctima de una administración adicta al endeudamiento y a la concesión de contratos que terminan siendo turbios, frecuentemente sobrevaluados, sin licitación pública o concurso transparente y teñidos de corrupción. Ello, además, podría desencadenar, en el corto plazo, una crisis de Balanza de Pagos aún mayor (escasez de dólares), promoviendo una devaluación cambiaria, inflación y por supuesto una rápida pérdida del poder adquisitivo de los salarios que afectaría en última instancia a las familias más pobres.”, finaliza la misiva.
BD/RED