Arce "ha llevado a Bolivia a las puertas del averno y nos está dejando ahí", por lo que la falta de dólares y combustibles no se resolverá hasta mucho después de la segunda vuelta electoral, opina el economista Alberto Bonadona.
Brújula Digital|EFE|09|10|25|
Gabriel Romano Burgoa
A un mes de que el presidente del Estado, Luis Arce, deje el Gobierno, Bolivia enfrenta un posible colapso económico, agravado por la escasez de dólares que ha complicado la compra subvencionada de combustibles, a esto se suman los escasos resultados de su política de "industrialización", principal promesa de campaña cuando asumió en 2020.
Arce "ha llevado a Bolivia a las puertas del averno y nos está dejando ahí", por lo que la falta de dólares y combustibles no se resolverá hasta mucho después de la segunda vuelta electoral, dijo a EFE el economista Alberto Bonadona.
El experto remarcó que uno de los principales defectos del Gobierno de Arce, que se arrastra desde la administración de Evo Morales, es no haber invertido "oportunamente" en exploración de gas natural, que fue la principal fuente de divisas del país.
Combustible
Hace unos días, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, anunció que solo se abastecerá entre el 70% y el 80% de combustible al no contar con divisas para comprar diésel y gasolina.
Este miércoles, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informó que YPFB cuenta con el presupuesto para adquirir combustible, pero en bolivianos. Indicó que dar dinero en dólares no forma parte de sus atribuciones.
"No se ha hecho nada en hidrocarburos, tampoco en ningún otro sector que pudo haber sido un reemplazo para la economía como el litio", enfatizó Bonadona.
Litio e industrialización
La industrialización del litio a través de la tecnología de extracción directa (EDL), una de las grandes apuestas del Ejecutivo de Arce, ha quedado en suspenso debido a que los contratos suscritos con firmas de China y Rusia están paralizados en el Legislativo por pugnas internas en el oficialismo y observaciones a su contenido.
La administración de Arce también apostó por una agresiva política de "sustitución de importaciones" y la implementación de varios proyectos industriales en distintas regiones del país, que a juicio de Bonadona, "han sido más una medida de prebenda" que de desarrollo económico.
Mientras que los grandes proyectos como la explotación del hierro, la producción de urea y la industrialización de azúcar en La Paz (oeste) tienen resultados "a medias", indicó.
Pareja ve que se deja un país “prácticamente en quiebra”
"La gestión por resultados es desastrosa. Arce y el periodo del MAS (Movimiento al Socialismo), del que él es parte indisociable desde 2006, dejan un país prácticamente en quiebra y desfalcado", dijo a EFE el politólogo Franklin Pareja.
El experto consideró que uno de los problemas que tendrá el nuevo gobierno que surja en la segunda vuelta, que se celebrará el próximo 19 de octubre entre Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, y Jorge Tuto Quiroga, de la alianza Libre, será la transparencia en la entrega de documentación para la transición de Gobierno.
Las nuevas autoridades asumirán el 8 de noviembre.
Gobierno justifica su desempeño
"Hay estabilidad en varios sectores de la economía, no es como se quiere hacer creer que se está entregando la peor situación económica, no es cierto", declaró el martes el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, al ofrecer un "balance económico" de los cinco años de Arce.
Sostuvo que desde que asumió, la gestión de Arce ha tenido que enfrentar varios problemas "externos" como los efectos de la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania y los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump.
Montenegro dijo que, aun así, "la economía boliviana estaba creciendo de forma importante hasta 2022", cuando comenzaron los bloqueos de caminos y la obstrucción en el Legislativo, principalmente por parte de los leales al expresidente Morales.
Señaló los 36 días de huelga en Santa Cruz por la realización del censo poblacional a finales de 2022, a lo que se sumaron protestas con bloqueos de caminos de los partidarios de Morales, dos en 2024 y uno en 2025, que causaron una pérdida de más de 5.000 millones de dólares.
Además de otros 1.600 millones de dólares "estancados" en el Parlamento, correspondientes a 17 créditos que, a su juicio, servirían para contar con divisas para adquirir combustible.
Montenegro dijo que pese a la reducción de la producción de gas natural de 22.188 millones de metros cúbicos, en 2014, a 11.896 en 2024 y la disminución y posterior recuperación de las reservas internacionales, Bolivia ha cumplido con el pago de la deuda externa que actualmente alcanza al 23,1% respecto al Producto Interno Bruto.
BD/