Según el organismo, en 2024 el crecimiento del PIB de Bolivia fue de 1.7%, en 2025 alcanzará el 1.5% y para el 2026 este se reducirá a 1,1%
Brújula Digital|30|09|25|
Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que la economía de Bolivia será la que menos crecerá en Sudamérica durante 2025 y 2026.
Según la Cepal, en 2024 Bolivia tuvo 1,7% de crecimiento; en 2025 será de 1,5% y en 2026, de 1.1%.
El documento de la Cepal señala que este año Bolivia y Ecuador, con el mismo porcentaje de 1,5%, son los países que están en la cola. La lista la lidera Argentina con 5%.
Porcentajes en la región
América Latina y el Caribe: 2,3% en 2024, 2,2 en 2025 y 2,3 en 2026, 2.3%
América Latina: 2024, 2025 y 2026: 2.2%
América del Sur: 2,4% en 2024; 2,7% en 2025 y 2,4% en 2026.
Otros datos
Además, el informe de la CEPAL indica que Bolivia enfrenta problemas estructurales como la falta de carburantes, escasez de divisas, inflación elevada y desequilibrios fiscales.
Observa que la inflación acumulada hasta agosto de 2025 llegó a 18,01%, una de las más altas de la región, y podría cerrar el año en torno al 20%, mientras que el déficit fiscal podría superar el 11% del PIB.
Además, indica que Bolivia y Haití “registraron incrementos inflacionarios superiores a 6 puntos porcentuales, lo que refleja vulnerabilidades internas y choques externos, particularmente relacionados con la evolución del precio de los alimentos y los combustibles”.
Economista analiza la situación
El presidente del Colegio de Economista de Tarija, Fernando Romero, considera que Bolivia tiene “una economía estresada y vulnerable, con poco crecimiento, inflación alta y cuentas fiscales desequilibradas”.
Observa también que en comparación con otras naciones de América Latina y el Caribe, Bolivia “se encuentra entre los países con peor desempeño macroeconómico, lo que refleja la necesidad de reformas en política fiscal (principalmente), diversificación productiva y fortalecimiento institucional”.
La situación obliga a los nuevos gobernantes, dice Romero, a implementar políticas económicas de carácter urgente que puedan dar un “reajustes estructurales, tanto de corto y largo plazo, que moderen o controlen en primera instancia los problemas de carburantes, inflación y dólares, en búsqueda de una estabilización efectiva”.
Añade que también debe aplicarse otro reajuste en la subvención de carburantes, en el tipo de cambio del dólar y gasto público.
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