La evolución de los bonos bolivianos en los mercados internacionales muestra una recuperación sostenida desde la primera vuelta electoral del 17 de agosto.
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El “riesgo país” de Bolivia continúa su mejora y alcanzó los 1.336 puntos el pasado 18 de septiembre, de acuerdo con datos publicados por Bloomberg. La cifra refleja una marcada mejora respecto a inicios de año, cuando el Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), elaborado por JPMorgan, superaba los 2.000 puntos. Se considera que la situación se debe al inminente cambio de gobierno.
La evolución de los bonos bolivianos en los mercados internacionales muestra una recuperación sostenida desde la primera vuelta electoral del 17 de agosto. El proceso político, que abrió la posibilidad de un cambio en el panorama económico, generó mayor confianza entre los inversionistas y redujo las primas de riesgo.
En abril, el EMBI había trepado hasta los 2.240 puntos, uno de los registros más altos de la gestión. Sin embargo, a mediados de julio ya se observaba una tendencia a la baja (1.490 puntos), que se acentuó con los resultados de los comicios y se mantiene en la recta final hacia el balotaje del 19 de octubre, en el que competirán Rodrigo Paz (PDC) y Jorge “Tuto” Quiroga (Libre).
A nivel regional, Bolivia ocupa el tercer lugar en riesgo país, detrás de Venezuela (16.354 puntos) y Argentina (1.456 puntos), y por encima de Ecuador (761 puntos).
El indicador, que mide la capacidad de pago de un país frente a sus compromisos internacionales, se convierte en un reflejo del delicado contexto económico nacional. Pese al descenso en el EMBI, Bolivia enfrenta una inflación interanual del 23,96% hasta junio, además de un persistente desabastecimiento de combustibles, agravado por el régimen de subvenciones estatales.
Según Bloomberg, tanto en Bolivia como en Ecuador los mercados reaccionaron con mayor apetito por la compra de bonos tras los resultados electorales que favorecieron a candidatos con discursos considerados “promercado”. En el caso boliviano, el debilitamiento del Movimiento al Socialismo (MAS) en las urnas fue interpretado como un giro político que impulsó el repunte de los bonos soberanos.
BD/RED