“No, no está nada asegurado no hay nada asegurado podemos volver a tener cola porque no hay dólares, porque no hay financiamiento porque es insuficiente lo que se tiene”, cuando se le preguntó del tema en una entrevista con No Mentirás 4.0.
Brújula Digital|26|06|25|
El presidente del Estado, Luis Arce, reconoció este jueves que no puede garantizar el fin de las filas de vehículos para cargar combustible, debido a la falta de dólares en el país.
“No, no está nada asegurado no hay nada asegurado, podemos volver a tener cola porque no hay dólares, porque no hay financiamiento porque es insuficiente lo que se tiene”, cuando se le preguntó del tema en una entrevista con No Mentirás 4.0.
Agregó que, incluso si la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) aprobara “mañana” los créditos actualmente estancados, el problema no se resolvería de inmediato, ya que los recursos no se desembolsan en el acto.
"Si hoy día, mañana mismo, aprobarían los 1.800 millones que están (estancados en la ALP), no se resuelve porque no llegan los 1.800 millones de dólares en este momento no llegan, eso va llegando en función de la gradualidad, por eso es que nosotros programamos los créditos", afirmó.
Arce señaló que se requieren 1.800 millones de dólares para garantizar el suministro de combustible hasta diciembre, pero reconoció que “no tenemos esos recursos”. En ese contexto, sostuvo que el único préstamo que permitiría obtener divisas para comprar carburantes es el acordado con Japón, por cerca de 100 millones de dólares, pero que fue rechazado por la ALP.
“Lo que nosotros hemos venido pidiendo hace rato los 100 millones de Japón que la Asamblea rechazó”, afirmó.
El mandatario indicó que, al no aprobar los créditos externos, se ha estrangulado a la economía nacional. Añadió que, en algunos casos, la negativa tuvo fines políticos con el objetivo de provocar inestabilidad en el país, mientras que otros actores recién advierten el riesgo de perder beneficios que ya disfrutan.
Bolivia atraviesa una crisis de falta de combustible que ha derivado en que aumenten las filas en inmediaciones de las estaciones de servicio, aunque en las últimas semanas las colas disminuyeron. Esto ha ocasionado también una serie de protestas y alarma en el sector productivo y el transporte, entre otros.
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