Alertó que poseer el 30% de las reservas mundiales de litio no garantiza prosperidad, ya que el 70% restante se encuentra en países como Argentina, Chile, China, Australia, Estados Unidos y algunas naciones africanas, cuya producción es suficiente para abastecer el mercado durante los próximos cien años.
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El empresario boliviano Marcelo Claure alertó que Bolivia corre el riesgo de desaprovechar su potencial en la industria del litio si no toma medidas inmediatas para impulsar su explotación. A través de su cuenta de Twitter, el inversionista expuso un análisis basado en su participación en la conferencia minera BMO Mining Conference, donde se reunió con ejecutivos de las principales empresas del sector.
Según su evaluación, poseer el 30% de las reservas mundiales de litio no garantiza prosperidad, ya que el 70% restante se encuentra en países como Argentina, Chile, China, Australia, Estados Unidos y algunas naciones africanas, cuya producción es suficiente para abastecer el mercado durante los próximos cien años.
Claure enfatizó la necesidad de que Bolivia pase de "los sueños a la producción" y deje de centrarse en la fabricación de baterías o vehículos eléctricos. Según su visión, el país carece del mercado, la infraestructura y el personal calificado para desarrollar una cadena de suministro avanzada como la que posee China, que domina la industria global del litio. En este contexto, propuso que Bolivia se enfoque en la producción de carbonato de litio y en atraer inversión extranjera con experiencia en el sector.
El empresario boliviano explicó que el mercado mundial del litio, actualmente, alcanza un volumen de 1,2 millones de toneladas con un valor de $us 13.200 millones, y crece a una tasa del 20% anual.
De mantenerse esta tendencia, en tres años se producirán 2.073.600 toneladas, en cinco años 2.985.984 toneladas y en diez años 7.430.084 toneladas. Claure estimó que si Bolivia logra capturar el 10% del mercado, podría generar ingresos de $us 3.110 millones en tres años, $us 4.478 millones en cinco años y más de $us 11.145 millones en una década.
Para aprovechar esta oportunidad, según el empresario, Bolivia necesita una inversión de al menos $us 5.000 millones en los próximos cinco años, con la participación de empresas experimentadas en Argentina, Chile, Estados Unidos y Australia. A su vez, instó a evitar la concesión de recursos a empresas rusas desconocidas o fabricantes de baterías chinas, cuyas condiciones podrían no ser beneficiosas para el país.
Claure advirtió que para atraer inversionistas serios, Bolivia debe garantizar seguridad jurídica y estabilidad contractual, lo que implica reformas legales y posiblemente constitucionales. Propuso un modelo financiero en el que el 80% de la producción de carbonato de litio se venda en efectivo y el 20% restante se invierta en participaciones accionariales en los principales productores y compradores de litio.
Estimó que esta estrategia podría generar una participación accionaria de $us 1.990 millones en tres años, $us 4.658 millones en cinco años y más de $us 22.736 millones en diez años.
Según su planteamiento, estas acciones podrían colocarse en un fondo nacional de inversión exclusivo para los bolivianos, con un bloqueo de cinco años, como un mecanismo para reformar el sistema de pensiones.
Críticas a los contratos con empresas chinas y rusas
Varias instituciones observaron los contratos suscritos entre el Estado boliviano y las empresas Uranium One Group de Rusia y CBC de China. Señalaron que estos acuerdos son perjudiciales, ya que trasladan la mayoría de los riesgos a Bolivia y ofrecen condiciones ventajosas para las compañías extranjeras. Entre las principales observaciones, destacan:
Finalmente, Claure reiteró que los principales productores de litio expresaron su disposición a invertir en Bolivia, pero solo si el país demuestra seriedad en la administración de sus recursos. "El tiempo de soñar ha terminado. El momento de actuar es ahora", enfatizó.
BD/RED