Gobierno advierte que no hay justificativo para el incremento de la carne

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El viceministro de Comercio Interno, Grover Lacoa, afirmó que no existen fundamentos para el incremento del precio de la carne de res en Bolivia y aseguró que la suspensión de los certificados de abastecimiento con el objetivo de evitar afectaciones a la población.

Lacoa recordó que el alza de precios registrada en 2023 se debió a una intensa sequía que redujo la producción de granos como soya, arroz y sorgo, encareciendo los costos de producción en la cadena ganadera. Sin embargo, explicó que la coyuntura actual es diferente, ya que las lluvias recientes permitieron la recuperación de los pastizales y la reducción en los costos de engorde del ganado. A pesar de esta mejora, el precio de la carne en el mercado interno continúa en ascenso.

Según datos oficiales, en 2023 Bolivia produjo 349.000 toneladas de carne de res, de las cuales 302.000 toneladas fueron destinadas al consumo interno y el saldo restante fue exportado. Para este año, se prevé una producción de 353.000 toneladas con una demanda interna estimada en 300.000 toneladas, lo que garantiza excedentes suficientes para la exportación. No obstante, el Gobierno sostiene que el alza de precios en el mercado local obedece a una distorsión en la cadena de comercialización.

Lacoa detalló que en 2023 el kilo vivo de ganado se cotizaba en Bs 12 y posteriormente subió hasta Bs 24. En la actualidad, el precio se estabilizó en Bs 21, mientras que el kilo de carne al consumidor final alcanza a alrededor de Bs. 50 y más. Según el viceministro, estos valores no se justifican, ya que el costo de engorde representa solo el 2% y otros insumos que deben ser adquiridos del exterior el 0,66% del total. Asimismo, enfatizó que la compra de toretes se realiza a precios internos y no está sujeta a variaciones del tipo de cambio paralelo.

Ante esta situación, el Gobierno decidió suspender temporalmente las exportaciones de carne de res para corregir las fluctuaciones del mercado y garantizar el abastecimiento interno. Lacoa aclaró que esta medida será revisada en función de la evolución de los precios y que se mantiene la coordinación con el sector ganadero y los frigoríficos para evitar la especulación. Además, exhortó a los gobiernos subnacionales a asumir un rol más activo en la regulación del mercado y la fiscalización del abastecimiento.

Rechazo del sector ganadero

La decisión gubernamental generó rechazo en el sector agropecuario y empresarial. La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) y la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) expresaron su preocupación, advirtiendo que la suspensión de exportaciones podría afectar la estabilidad económica del país y deteriorar la confianza en los mercados internacionales.

Jean Pierre Antelo, presidente de Cainco, cuestionó la medida y acusó al Gobierno de negar la crisis económica. "La suspensión de exportaciones confirma lo que intuíamos: negar la crisis y apuntar a otros. La respuesta del Gobierno es clara: más Estado, menos exportaciones y más pobreza para los bolivianos", expresó en redes sociales.

Por su parte, Klaus Frerking, presidente en ejercicio de la CAO, calificó la medida como "desastrosa" para la ganadería y la competitividad internacional. "El sector ha trabajado por exportar carne y generar divisas para el país. Esta medida desincentiva la producción y nos resta presencia en los mercados internacionales", afirmó.

BD/LE