Brújula Digital l05l02l25l
La decisión del Gobierno de suspender las exportaciones de carne de res generó un fuerte rechazo por parte del sector empresarial y agropecuario. La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) y la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) expresaron su preocupación ante la medida, advirtiendo que podría agravar la situación económica del país y afectar la estabilidad de los mercados internacionales.
Jean Pierre Antelo, presidente de Cainco, cuestionó la decisión gubernamental y señaló que responde a la negación de la crisis económica. “La suspensión de exportaciones confirma lo que intuíamos: negar la crisis y apuntar a otros. La respuesta del Gobierno es clara: más Estado, menos exportaciones y más pobreza para los bolivianos. Un camino que ya sabemos cómo termina”, manifestó a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, Klaus Frerking, presidente en ejercicio de la CAO, calificó la medida como “desastrosa” y contraria a los esfuerzos del sector ganadero por fortalecer la producción y la apertura de mercados externos. “Es una medida que va en contrarruta, totalmente desastrosa para el sector ganadero y los mercados internacionales. El sector ha trabajado por exportar carne y traer las divisas que necesita el país para equilibrar la economía”, declaró.
Según el dirigente, Bolivia produce anualmente unas 350.000 toneladas de carne de res, de las cuales 50.000 toneladas son excedentes destinadas a la exportación. Frerking enfatizó que la medida perjudica la competitividad del país en los mercados internacionales y desincentiva la producción. “Somos tomadores de precio. El mercado regula los costos según la oferta y la demanda, y el Gobierno lo sabe. Es responsabilidad del Estado evitar el contrabando y garantizar un abastecimiento adecuado sin afectar la exportación”, sostuvo.
El Ministerio de Desarrollo Productivo justificó la suspensión de exportaciones alegando un incremento en el precio de la carne en el mercado interno, que según el ministro Néstor Huanca, llegó a Bs 60 por kilo en algunos puntos del país. Explicó que en 2023 los ganaderos argumentaron que la subida de precios se debió a los incendios que afectaron los pastizales, reduciendo la alimentación del ganado. Sin embargo, a pesar de las lluvias registradas este año que favorecieron la recuperación de los pastizales, el precio de la carne continúa en alza.
El ministro indicó que en 2023 el precio del kilo vivo de ganado era de Bs 12, mientras que en la actualidad se ha elevado a Bs 21, lo que repercute directamente en los precios del producto final.
Ante este escenario, la CAO anunció una reunión de emergencia con la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) este jueves a las 9:00 en la capital cruceña, donde se analizarán los efectos de la medida y posibles acciones a tomar. Paralelamente, el Ministerio de Desarrollo Productivo informó que se reunirá con el sector ganadero para abordar la problemática y evaluar alternativas.
BD/LE