Al respecto, Alejandro MacLean, Vicepresidente Ejecutivo de BISA Seguros, manifestó su preocupación por el creciente número de empresas y personas que ofrecen servicios de seguros en Bolivia sin contar con la autorización de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros
Brújula Digital|20|08|24|
La tendencia de adquirir seguros offshore, es decir, contratados con empresas extranjeras sin que tengan representación legal en Bolivia, ha generado preocupación sobre los riesgos asociados a estos servicios.
Aunque pueden ofrecer beneficios interesantes, como primas más bajas y productos personalizados, expertos advierten sobre los peligros que conlleva confiar en aseguradoras no reguladas.
Entre esos riesgos están la falta de supervisión adecuada. Ello genera además riesgo de fraudes debido a la falta de transparencia y la distancia geográfica, especialmente si se trata de jurisdicciones conocidas como “paraísos fiscales”.
Al respecto, Alejandro MacLean, Vicepresidente Ejecutivo de BISA Seguros, manifestó su preocupación por el creciente número de empresas y personas que ofrecen servicios de seguros en Bolivia sin contar con la autorización de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS).
Según MacLean, estas entidades están operando de manera ilegal, lo que representa una competencia desleal para las empresas que sí cumplen con los requisitos legales y pone en riesgo a los consumidores.
MacLean expresó que esas compañías no cuentan con la autorización necesaria para operar en el mercado de seguros, un requisito indispensable según la legislación boliviana y que, al no cumplir con las normativas legales, generan una competencia injusta.
También hizo notar el riesgo para los consumidores ya que estos seguros ofrecidos no tienen la protección que establece la ley, dejando a los consumidores vulnerables y sin respaldo. Además, al no estar registradas, evaden impuestos y otras contribuciones que son obligatorias para las aseguradoras formales.
Rodrigo Bedoya, que es Vicepresidente de Desarrollo Comercial de LBC, hizo notar que la Ley de Seguros en Bolivia, en su artículo 3, señala que “Las personas naturales o jurídicas (están) obligadas a tomar seguros en el país con entidades aseguradoras constituidas y autorizadas para operar en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia”.
Bedoya dijo que es preocupante la existencia de empresas extranjeras que operan en Bolivia con un contingente de agentes, promotores, contadores y auxiliares, que se dedican a comercializar abiertamente seguros de salud internacionales (principalmente), a la vista y conocimiento generalizado. “Algunos son tan audaces que inclusive mantienen y promocionan oficinas y teléfonos de contacto en redes sociales. Estos seguros mueven millones de dólares y generan un enorme perjuicio para las aseguradoras bolivianas y para el Estado, que dejan de percibir estos montos ya sea por primas y por tributos respectivamente”, explicó.
Ese tipo de seguros offshore, “compiten de manera absolutamente desleal contra las aseguradoras legalmente establecidas, ya que indiqué previamente, no tributan un solo peso en Bolivia y operan totalmente por fuera del marco regulatorio de la APS. Si realmente existiera una voluntad de atacar a estos operadores ilegales, se lograría erradicarlos en poco tiempo, pero lamentablemente vemos que ese no es el caso en los años que el sector asegurador viene batallando contra este flagelo”, agregó Bedoya.
Respecto a otro tipo de seguros offshore, el ejecutivo expresó que “el desarrollo del internet en las últimas décadas ha llegado al punto que la contratación ‘virtual’ de coberturas de seguro individual por este medio, con cobertura mundial, es una posibilidad real y prácticamente imposible de controlar o limitar”.
Este tipo de contrataciones, agregó, debiera limitarse a “seguros temporales como ser un seguro de viaje o un seguro de accidentes personales”. Aun en esos casos, dijo, “existe el riesgo si ante la eventualidad del sinestro y la desprotección del regulador se pueda hacer valer un derecho en caso de una divergencia con la aseguradora”.
No obstante, añadió, ese tipo de contrataciones es prácticamente imposible de controlar o limitar.
En resumen, aunque los seguros offshore pueden parecer una opción atractiva, la falta de supervisión y los riesgos asociados hacen que sea crucial proceder con cautela. Los consumidores deben estar plenamente informados y considerar los posibles peligros antes de tomar una decisión.
BD/RED