El comercio informal en la ciudad de El Alto. Foto: Archivo
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Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB) alertó de posibles efectos negativos de implementar un sistema de control de divisas en Bolivia. Aseguró que los sectores informales de la economía serán los más afectados puesto que deberán recurrir al mercado informal para conseguir la moneda norteamericana.
El experto señaló que en las décadas pasadas, específicamente desde 1968 hasta finales de los años 80, Bolivia tuvo un sistema de control de cambios y liquidación obligatoria de divisas para los exportadores. Durante ese período, las necesidades de divisas eran menores, ya que el sector público, principalmente, requería divisas para el pago de deuda externa, y la provisión de combustibles estaba mayormente sostenida por la producción nacional.
Además, el sector informal, aunque amplio, se concentraba en la provisión de servicios, mientras que el comercio exterior estaba en manos de empresas formales que podían acceder a los mecanismos de asignación de divisas.
Sin embargo, el economista advirtió que hoy en día, un esquema similar generaría problemas adicionales, debido a la internacionalización del sector informal, especialmente en el comercio. "El sector informal actual realiza muchas operaciones con el exterior, tanto de importación como de exportación, y en el caso de las importaciones se requiere de divisas físicas", explicó.
Un sistema de control de cambios y asignación de divisas, que implique la necesidad de registros tributarios, aduaneros o bancarios, excluiría a gran parte del sector informal, según el experto. "Cualquier sistema de control de cambios, más allá de las complicaciones para el sector formal, también dificultaría las operaciones del informal", agregó.
El economista subrayó que, si el objetivo del Gobierno es formalizar la economía cerrando los flujos de divisas a estos sectores, podría ser una herramienta eficaz, aunque muy severa. "Desde una perspectiva social y política, esto podría convertirse en un problema difícil de manejar para el Gobierno, ya que los sectores informales no desean estar registrados en los padrones gubernamentales", concluyó.
Esta advertencia pone de relieve las posibles tensiones que un sistema de control de divisas podría generar en la economía boliviana, especialmente en un contexto donde la informalidad juega un papel significativo.
BD/LE