“La subvención es un problema que no va a terminar si es que no se pone un punto final a esta situación”, dijo Molina.
Brújula Digital|09|08|24|
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, indicó que la subvención de combustibles es un problema “estructural” y “económico” para el país, ya que se destinan alrededor de $us 2.000 millones para esto, lo cual es “insostenible”.
Molina indicó que, si continúa la subvención, se corren dos riesgos: el de enfrentar una creciente dificultad para obtener combustibles, debido a la elevada erogación de recursos que debe hacer el Estado para mantener la subvención, o que el país se quede sin carburantes.
“Nosotros somos optimistas en el sentido de que es necesario buscarle un alto a esta situación (subvención) que no solamente le genera el hueco a la economía, sino a todos los bolivianos”, dijo el ministro en una entrevista con Cadena A, la noche del jueves.
El martes pasado, el presidente, Luis Arce, anunció un referéndum para consultar si se debe continuar con la subvención del combustible.
El ministro indicó que, durante los últimos 20 años, los diferentes gobiernos han intentado, sin éxito, levantar la subvención. Por ello, considera "una idea saludable" la realización del referéndum para que la población decida sobre este tema de gran impacto.
“La subvención es un problema que no va a terminar si es que no se pone un punto final a esta situación por eso es tan importante plantear un mecanismo como el referéndum para consultar a la población si efectivamente queremos seguir viviendo con esta situación que se vuelve insostenible para todos”, añadió.
El país enfrenta una escasez de dólares que, según analistas, se traduce en una falta de combustible, ya que Bolivia se ha convertido en un país importador. Se importa el 56% de la gasolina y el 85% del diésel.
Esto ha generado largas filas en los surtidores y un incremento del dólar en el mercado paralelo. Desde el Gobierno, indican que la falta de combustibles se debe a temas logísticos, evitando mencionar la cuestión del dólar.
Ante esta situación, el Gobierno decidió impulsar el uso de la gasolina Premium Plus a 5,71 bolivianos por litro y la implementación de la gasolina Premium Ultra 100 a 6,71 bolivianos por litro. Estos precios variarán según el mercado internacional, con el objetivo de que entre el 17% y el 20% de la población utilice estas gasolinas, lo que generaría un ahorro de 350 millones de dólares para el Estado, mientras se espera conocer los resultados del referéndum sobre la subvención.
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