Debido a su ubicación geográfica remota y alejada de cualquier gasoducto o carreteras existentes, dos especialistas coincidieron en que su explotación es difícil, que podría demorar por lo menos cinco años.
Ubicación estimada campo Mayaya X1
Brújula Digital|15|07|24|
Dos especialistas en temas hidrocarburíferos advirtieron que el nuevo “megacampo” que el presidente Luis Arce anunció este lunes está en un lugar tan remoto en el norte de La Paz que dificultaría su explotación y que, con un solo pozo perforado hasta ahora no se puede estimar el volumen de producción.
Francesco Zaratti y Álvaro Ríos declararon haber recibido la noticia del descubrimiento del campo con “satisfacción”, pero añadieron a Brújula Digital que se debe esperar por lo menos cinco años para que el campo Mayaya X1, que es como se llama, pueda empezar a ser comercializado.
El presidente Arce resaltó que el hallazgo confirma que la cuenca del norte subandino que abarca La Paz, Pando y Beni “podría tener más de 17 trillones de pies cúbicos de reservas”.
El presidente reconoció que este es el primer campo que se halla desde 2005. Durante las casi dos décadas de Gobierno del MAS no se habían encontrado campos viables comercialmente. Todos los campos que le dieron a las gestiones del MAS enormes ingresos fueron explorados, y luego explotados, por gobiernos anteriores.
Sobre el hallazgo, Zaratti y Ríos dijeron que no se puede establecer el volumen de reservas de un campo, como lo ha hecho Arce, con la perforación de un solo pozo.
“No es correcto estimar (y menos ‘confirmar’) las reservas de un yacimiento sobre la base de un solo pozo exploratorio perforado. Habrá que esperar la perforación de otros dos o tres pozos en ese campo para delimitar su magnitud, antes de empezar a distribuir sus ganancias”, dijo Zaratti.
Por eso, agrego, “me parece que algunas afirmaciones acerca de ese hallazgo son cuanto menos prematuras y podrían generar falsas expectativas en el departamento de La Paz, cuya efeméride coincide curiosamente con el anuncio”, agregó el especialista.
También, debido a su ubicación geográfica remota y alejada de cualquier gasoducto o carreteras existentes, Zaratti y Ríos coincidieron en que su explotación es difícil, que podría demorar por lo menos cinco años.
“Se necesitan tres o cuatro años para perforar los dos o tres pozos adicionales requeridos para confirmar si el volumen del campo es suficiente como para ser comercializable. Y luego, otros dos o tres para terminar de construir un gasoducto que conecte con alguno ya existente o un camino para uso de los camiones si es que se confirmara más producción de petróleo que de gas”, expresó Ríos, que fue ministro de Hidrocarburos durante el Gobierno de Carlos Mesa.
Ríos dijo que la producción de ese campo sería para consumo interno o para exportar a alguna ciudad brasileña fronteriza.
Para invertir en tres pozos más, YPFB necesita unos 150 millones de dólares adicionales, dijo Ríos, pero agregó que es posible que algún inversionista privado se anime a asociarse si es que se logra prever que el campo tendrá un volumen suficiente
Por otro lado, la construcción de un gasoducto de cientos de kilómetros, o de carreteras para el transporte por camión, es muy dificultosa en una zona selvática como la que existe en el norte del departamento de La Paz si se toman sus costos económicos y riesgos medioambientales. Además, existen pueblos indígenas en las cercanías, que también podrían oponerse a las obras tanto de explotación hidrocarburífera como de construcción de gasoductos o caminos.
BD/RPU