Criaderos de llamas en el centro paceño. Foto: APG
La
Paz|EFE|07|05|24|
Bolivia se unió este martes formalmente a la celebración del Año Internacional de los Camélidos ante centenares de indígenas que asistieron a un evento que incluyó la marcha y exposición de una tropa de llamas y alpacas, un desfile de modas y una feria de productos derivados.
Decenas de productores de camélidos marcharon junto a sus animales por una de las principales avenidas de La Paz hasta llegar a la Plaza Mayor de San Francisco, en el centro histórico de la ciudad, para participar en el evento organizado por cuatro ministerios bolivianos.
Durante el evento hubo una pasarela en la que modelos, incluidas algunas aymaras, lucieron prendas de vestir hechas con fibra de camélidos, como mantas, vestidos, suéteres, sacos y bufandas, entre otros.
Las llamas y alpacas llevadas a la ciudad fueron expuestas en una especie de corrales montados en la plaza, donde además se realizó una feria que mostró productos derivados como tejidos, carnes, embutidos y accesorios de cuero.
El acto fue liderado por el presidente Luis Arce y el titular del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el español Álvaro Lario, junto a otras autoridades bolivianas y representantes de los productores de camélidos.
"Esta es la oportunidad para concienciar a la población y al mundo entero sobre la importancia de los camélidos en lo económico, para fomentar el consumo de productos que se obtienen de estos animales y resaltar su contribución a la erradicación del hambre, la pobreza, la inseguridad alimentaria y la malnutrición", destacó Arce.
El mandatario mencionó que Bolivia asume la consigna "Nutriendo la vida, preservando el futuro" para llevar adelante una serie de actividades en este Año Internacional de los Camélidos 2024, cuya declaración fue gestionada por Bolivia ante las Naciones Unidas.
Según Arce, se propuso esta declaración al considerar "la importancia económica, cultural, social" que tienen estos animales para la vida de los pueblos indígenas bolivianos y de "millones de familias que viven en los ecosistemas más hostiles del planeta en las zonas altas y de desierto".
También resaltó que, en Bolivia, los camélidos "son el principal medio de subsistencia para muchas familias" indígenas y campesinas, pero además son parte de la "cultura, tradición e identidad" del país, lo que se refleja en la llama incluida en el escudo de armas nacional.
El Gobierno boliviano prevé realizar este año actividades como un festival gastronómico de carne de camélidos y la presentación de un recetario de cocina tradicional y "gourmet" dentro de un encuentro regional con autoridades y productores de Perú, Argentina, Ecuador y Chile, explicó.
También se prevé la entrega de la primera planta industrializadora de camélidos que se construye actualmente en Turco, uno de los principales municipios dedicados a la crianza de estos animales en la región andina de Oruro.
Un recurso valioso
Naciones Unidas declaró 2024 el Año Internacional de los Camélidos para generar conciencia sobre la importancia de estos animales como recurso de subsistencia clave para millones de familias.
El presidente del FIDA valoró el "valioso papel" de los camélidos en la lucha contra "tres grandes desafíos mundiales: la inseguridad alimentaria, la malnutrición y la pobreza", un rol que ha sido reconocido "desde hace tiempo" por Bolivia y que el organismo celebra que ahora "también lo sea por el mundo entero".
Lario destacó la capacidad de adaptación de animales como las llamas, alpacas y vicuñas a las "condiciones secas" del altiplano, además de ser "desde tiempos inmemoriales" transporte y proveedoras de alimento y vestido para comunidades de distintas latitudes.
"Los camélidos parecen hechos a medida para contribuir a nuestra adaptación a uno de los principales desafíos de nuestra era, el cambio climático", sostuvo el español y resaltó el "ejemplo de éxito" que es Bolivia en el crecimiento de la producción de estos ganados en las últimas décadas.
Resaltó la "asociación" del FIDA con Bolivia, donde el organismo ha trabajado con casi 50.000 familias para mejorar la crianza de camélidos y su aprovechamiento, y ratificó su compromiso para continuar apoyando los esfuerzos locales "para la transformación rural, la erradicación de la pobreza y la promoción de la seguridad alimentaria".
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