Billetes de cien bolivianos. Foto: Los Tiempos
Brújula Digital|24|04|24|
Para el analista económico Jimmy Osorio, el incremento salarial del 5,85% al salario mínimo nacional y del 3% al haber básico tendrá un costo de 776 millones de bolivianos para el sector público y 491 millones de bolivianos para el sector privado.
“Con el incremento del 5,85% al salario mínimo nacional y el 3% al haber básico, el costo demandará un pago adicional de 1.369 millones de bolivianos, tanto a la administración pública como al sector privado; también se puede ver que al sector público le costará un total de 776 millones, 491 millones al sector privado adicionales y 102 millones de bolivianos al salario mínimo nacional, en ambos sectores”, dijo Osorio, del Observatorio Fiscal.
Explicó que la población económicamente activa ocupada (PEAO) formal a nivel nacional alcanza a 552.471 personas en el sector público y a 447.508 en el sector privado, cuyos trabajadores recibirán el aumento del 3% al haber básico, determinado por el Gobierno. En tanto, 81.905 trabajadores de ambos sectores percibirán el incremento del 5,85% al salario mínimo nacional. Los beneficiarios recibirán los incrementos a partir de mayo y retroactivo a enero 2024.
El economista observó igual que varios analistas que el sector privado y el informal no fueron invitados a la reunión que el Gobierno sostuvo con la Central Obrera Boliviana (COB) para determinar el incremento salarial, el mayor en los últimos cuatro años.
El 2020 no hubo un incremento salarial a causa de la pandemia de la Covid-19. El salario mínimo nacional en el 2021 tuvo una elevación del 2% y llegó a 2.164 bolivianos; en 2022, se incrementó nuevamente un 4%, alcanzando un monto de 2.250 bolivianos y 3% al haber básico de los sectores privados, de salud y educación del sector público. Este año, el mínimo alcanzó a los 2.500 bolivianos por el aumento del 5,85%.
Osorio consideró que el Gobierno tendrá dificultades para cumplir con el incremento salarial en el sector público. “La economía boliviana no está pasando por su mejor momento, debido a varios factores, entre los que se puede mencionar la baja en las exportaciones de gas, baja en el comercio internacional por la falta de dólares y la subvención de los carburantes, es decir que, la economía nacional se está contrayendo desde 2015, año en que terminó la famosa bonanza de los hidrocarburos, producto de la baja de los precios a nivel internacional, la baja producción y la reducción de la demanda de los mercados de Brasil y Argentina”.
El país arrastra déficit de 7,5% desde 2014, escasez de dólares y de carburantes, además la estatal YPFB ya no exporta gas natural por 6.600 millones de dólares sino dos mil millones, además importa carburantes de Perú, Paraguay, Argentina y Chile para garantizar carburantes a los bolivianos.
Osorio también alertó que el aumento salarial no ayudará a mejorar la situación económica de los bolivianos y por el contrario puede ocasionar el cierre de las algunas actividades económicas y engrosar el ejército de la informalidad.
“Seguir incrementando el gasto corriente en el sector público y obligando al sector público a incrementar sus gastos en servicios personales en momentos en que la economía macro y micro no está gozando de buena salud, no es precisamente una receta que ayude a su recuperación, sino que estas decisiones pueden ocasionar a corto plazo el cierre de algunos emprendimientos incipientes, engrosando las filas de la informalidad y, al inyectar grandes cantidades de recursos a la economía, sin base productiva, hacer que la inflación de productos y servicios de primera necesidad continúen en ascenso”, dijo.
BD/RED